El vehículo todoterreno de la Guardia Civil llevaba aparcado desde las 10 de la mañana en el mismo lugar donde a las 13:50 horas perdieron la vida sus dos ocupantes al explotar la bomba-lapa adosada a los bajos del vehículo por un 'comando' de ETA.
Todo apunta a que los terroristas colocaron una bomba-lapa de las que se activa cuando el vehículo se pone en marcha, lo que provocó que los dos guardias civiles se encontraran el interior del coche en el momento de la explosión y que ésta les cogiera de lleno.