“La actividad militar nacional es esencial para dotar a Navantia de una carga de trabajo estable que permita una planificación de futuro en los centros productivos, con programas y márgenes adecuados que aseguren una inversión suficiente en I+D. Navantia atenderá las necesidades de la Armada Española mediante la consolidación del Programa de Submarinos S-80, la construcción de Fragatas F-110 y buques BAM”.
Son palabras de Javier Romero Yacobi, director de Estrategia de Navantia, en entrevista publicada en el boletín interno de la compañía, Cuadern@, en relación con el Plan Estratégico.
La publicación de esta entrevista coincide con la noticia aparecida este jueves en Infodefensa.com, según la cual el Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) se encuentra en estos momentos en fase de determinación de la alternativa de obtención.
O traducido al lenguaje coloquial, la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa, sacó a concurso público la construcción de este buque y tiene sobre la mesa las propuestas presentadas por las distintas empresas y decidirá en pocos meses qué astillero construirá el buque.
Comisiones Obreras (CCOO) en Navantia-San Fernando, que espera como agua de mayo esa carga de trabajo -o cualquier carga de trabajo- recuerda que hace unos siete meses llegaron rumores sobre este “desatino y nos pusimos en contacto con responsables políticos a todos los niveles que, obviamente nos mintieron, al rechazar estos chismes”.
El programa BAM se inicia en mayo de 2005 como parte del Plan de renovación de la Armada y contemplaba la construcción, todas en San Fernando según acuerdos de diciembre de 2004, de 10 + 4 unidades.
Este Plan ha ido cambiando en el tiempo y en la actualidad se baraja la cifra de 5 unidades, tres en configuración de patrulla, uno en configuración de intervención subacuática, y uno en configuración oceanográfica que, “según afirmó con contundencia” la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal con ocasión de la botadura del BAM-Audaz el pasado mes de marzo, y tras alabar la calidad y capacidad del astillero de San Fernando, estaban sobre la mesa para iniciarse en el momento que hiciera falta "para no depender de nadie".
En Comisiones Obreras creen que "con un 80 por ciento de subactividad en nuestro astillero ya hace falta”, dice en un comunicado en el que explican la situación de la factoría. Y la que puede ser la situación, que es lo malo.
Convenio
CCOO dice que “al margen de los frívolos compromisos” del Partido Popular por el sector naval en la Bahía de Cádiz, el Convenio de colaboración de fecha 6 de septiembre de 2001, prorrogado por diez años por acuerdo de 27 de julio de 2011 entre el Ministerio de Defensa y Navantia establece que “el Ministerio de Defensa .../... precisa de los medios que permitan con la debida calidad técnica y a un coste razonable la construcción y sostenimiento de la Fuerza Naval, para disponer de sus efectivos en alto estado operativo”.
Igualmente dice que “para el cumplimiento de las misiones a desarrollar .../... se requiere una continuada y alta capacidad tecnológica, así como unas instalaciones e infraestructura empresarial que permitan asegurar el sostenimiento y modernización de la Fuerza Naval”.
Y finalmente, ese mismo covenio viene a decir que “...para satisfacer de forma adecuada las necesidades para la construcción y sostenimiento de la fuerza naval, Navantia SAU en su calidad de empresa destacada en el sector naval militar .../... aporta la experiencia necesaria en el campo de esta industria para que, con la participación operativa y técnica de la Armada se produzca el resultado óptimo demandado por los altos intereses de la Defensa Nacional”.
Pues bien, a juicio de CCOO, todo lo que dice el convenio -o al revés- se contradice con el concurso público emprendido para la construcción del BAM-IS en una “clara vulneración” de este acuerdo en virtud del cual, además, “nos vemos limitados en la posibilidad de acceso a la construcción civil en una flagrante inferioridad con la industria privada”.
O sea, que además de no poder acceder al cien por cien a la construcción civil por ser un astillero militar, ahora tiene que competir con la empresa privada para construir, precisamente, los buques militares.
Dos meses de trabajo
CCOO recuerda que en el astillero de San Fernando quedan dos meses de trabajo y sólo con un 20 por ciento de la plantilla ocupada. A finales de enero el paro alcanzará el cien por cien porque, con el sueldo congelado, sin relaciones laborales y con deudas a la mayoría de la plantilla de entre 4.000 y 6.000 euros por persona, “cumplimos en plazo y calidad”.
Es más, dice la central sindical. En el caso de que “llegaran hoy” las corbetas árabes la faena no comenzaría hasta agosto o septiembre de 2018, por que pregunta a la ministra de Defensa “a qué juega”. “Sea a lo que sea, lo está haciendo con el presente y el futuro de la plantilla de este astillero, de la ciudad de San Fernando y de la Bahía de Cádiz”, dice CCOO.
“Desde todos los frentes nos piden responsabilidad, contención, prudencia, confianza... incluso inteligencia. ¿Hasta cuándo?¿Cuántas mentiras más hemos de tolerar?¿Cuántas promesas incumplidas?¿Cuántos compromisos quebrantados antes de prender la mecha?”, se pregunta el sindicato.
“Cuando no hay nada que perder sólo queda ganar y medida que el tiempo se agota tenemos menos que perder y vamos a defender con uñas y dientes esta segunda serie BAM completa. No porque se nos haya prometido, ni por convenio, ni por concurso, sino porque es nuestra”, dice CCOO. De lo que se desprende cuál va a ser la actitud si no hay respuesta satisfactoria.
