La karateca Rocío Sánchez hizo un balance "positivo" de 2017 en los tatamis internacionales y dijo a EFE que se queda con su "buen final de año" al ganar el pasado fin de semana el Trofeo internacional Villa de Madrid y apuntó que ello le hace soñar con Tokio 2020.
Sánchez señaló que fue a Madrid "a última hora" ante la llamada del seleccionador nacional por la lesión de una compañera y destacó su victoria "pese a ser la competidora de menor peso (-50) y disputarse en categoría abierta para todos los kilos".
La karateca de Peñarroya logró un empate y cuatro victorias imponiéndose en la final a la croata Ivana Bebek en una competición "muy prestigiosa que, no en vano, cumplía 35 ediciones".
"Empecé regular el año, pero he acabado muy bien", subrayó Sánchez, que ha finalizado como diecisiete del ránking mundial gracias a la novena plaza sumada en noviembre en Estambul (Turquía) y la séptima del primer fin de semana de diciembre en Okinawa (Japón), donde perdió en la repesca.
Su reto para 2018 es meterse entre las diez mejores karatecas del mundo en su peso y así acercarse al mejor ránking que llegó alcanzar en 2016, cuando fue sexta del mundo.