El alcalde de Barbate, Miguel Molina, estuvo ayer en la reunión de la Mesa de la Almadraba celebrada en la Diputación de Cádiz y a la que asistió tanto la presidenta de la entidad supramunicipal, Irene García, como consejero de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, Rodrigo Sánchez Haro. En el encuentro se debatió la resolución de la ICCAT de establecer la cuota de captura del atún en 1.292 toneladas para 2018. Esta decisión no ha tenido buena acogida por parte del sector almadrabero, que esperaba un sensible aumento de la cuota debido a la demostrada recuperación de la especie
En este sentido, el regidor barbateño ha destacado que “lo principal es que los alcaldes de los municipios afectados estamos juntos con un mensaje común, que no es otro que el de tratar de recuperar las capturas de atún que históricamente les han pertenecido a las almadrabas gaditanas”. Molina ha explicado la decepción de las últimas decisiones de la ICCAT en Marrakech, que afectan notablemente a España y más especialmente a este arte de pesca artesanal milenario.
Para Molina, “es inadmisible” que después del esfuerzo realizado durante tantos años por las almadrabas para recuperar la especie y mantener puestos de trabajo, “ahora vengan otros caladeros y tengan un beneficio en el reparto de la cuota nacional por encima de la zona de Cádiz, por algún tipo de interés ajeno a este tema o por partidismo”. Por ello, “tendremos que trabajar desde Andalucía para que ese reparto atienda a razones históricas y de sostenibilidad del arte de pesca, teniendo en cuenta todos los recortes que se han sufrido durante años”.
El alcalde ha puntualizado que “hay que tratar que el fondo de maniobra se dé lo antes posible y que se reparta entre las almadrabas, porque no se trata solo de dar cuota a un sector productivo, sino que ha demostrado que es sostenible”. Además, “el modelo de las almadrabas de Barbate, Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa es social y económicamente más viable que cualquier otro tipo de pesca que se realice en el mundo”, ha alegado el primer edil barbateño.
Para concluir, Molina ha argumentado que “hay que tratar de ser sensibles con una zona tan deprimida como la de Cádiz, y dotarla de instrumentos que le permitan crear más empleo y activar la economía, como podría ser el caso de la mejora en la cuota de las almadrabas”.