El Grupo Independiente Liberal de Andalucía (GIL-A) calificó de parálisis profunda el estado en el que se encuentra actualmente el Ayuntamiento de La Línea. La formación destaca que desde que entraran a gobernar La Línea 100x100-PP, hace más de dos años, no sólo no se han solucionado los problemas endémicos de nuestra ciudad, sino que además la situación ha empeorado en varios aspectos: la inseguridad ciudadana ha aumentado, se ha despilfarrado dinero en cuestiones tales como las pegatinas de las calles, la suciedad de las calles cada vez es más alarmante, la reapertura de la Cruz Roja en la Avenida España sigue sin producirse, la situación de los taxistas en La Línea es insostenible, los linenses se ven obligados a pagar un recibo de agua inflado de tasas, cánones e IVAS, tanto los comerciantes, como las pymes y los ciudadanos... y, "con toda esta situación, todavía hay voces desde el gobierno local que hablan de recuperación", comentan indignados miembros del partido. "¿De verdad al alcalde le parece normal seguir cobrando lo que cobra con la que está cayendo en La Línea? ¿Es éste el Juan Franco que presumía de ser capaz, que se le llenaba la boca al decir que sabía cómo solucionar los problemas de nuestra ciudad?", continuaron contrariados.
Para Daniel Ripoll, presidente local del GIL-A en La Línea, "estamos a punto de finalizar un año de sueños perdidos y de esperanzas en la cuneta". "El tiempo apremia, los linenses siguen ahogándose en sus problemas, pero se chocan una y otra vez con la indiferencia del Ayuntamiento, un gobierno local y un alcalde que parece que les de igual el ocio de sus jóvenes, el empleo de una de las ciudades más castigadas por esta lacra o la multitud de linenses que se ven obligados a cruzar la frontera todos los días porque su gobierno no les da respuesta", argumentó Ripoll. "Los linenses queremos soluciones, queremos tirar hacia adelante, pero algunos gobiernos locales parece que se empeñan en poner plomo en los pies de sus ciudadanos", continuó. "Lo que estamos diciendo aquí desde el GIL-A no es un hablar por hablar, es toda una declaración de intenciones de que nosotros no queremos hacer perder el tiempo al pueblo de La Línea, no lo queremos y no lo vamos a seguir consintiendo", concluyó indignado el presidente.
