Fuentes el ayuntamiento de la localidad explicaron a Efe que la ordenanza municipal pretende fomentar las conductas cívicas respecto a los animales domésticos y que la prohibición de que las mascotas viajen en ascensor responde a “la voluntad de solucionar temas de convivencia, civismo e higiene” y “evitar problemas”.
La nueva ordenanza municipal, elaborada por el gobierno de CiU y PSC y que contempla sanciones de entre 60 y 30.000 euros para los infractores, tiene como objetivo primordial frenar el abandono de animales domésticos, que en el 2008 aumentó un 69% respecto al 2007, registrando un total de 101 perros abandonados.
Por otra parte, también pretende fomentar la “posesión responsable de animales peligrosos”, al obligar a los dueños a poseer una licencia y a tener al perro atado, explicaron las mismas fuentes.
La ordenanza plantea, tal y como recogóa ayer el Diari de Girona, el límite de animales que pueden vivir en un piso: dos gatos, tres perros y dos hurones, y el hecho de tener más de seis animales de una misma especie se considera que puede conllevar riesgo sanitario.