La Delegación Municipal de Medio ambiente, a través de la empresa Orto, adjudicataria del servicio de mantenimiento de Parques y Jardines, realiza en la ciudad inspecciones de la estructura de diferentes unidades arbóreas mediante la tecnología de tomografía axial. Durante estos días, el tomógrafo, aparato utilizado para este fin, permanecerá en Chiclana para analizar algunos ejemplares del arbolado del casco urbano, lo que permitirá determinar su estado de salud.
El delegado municipal de Medio Ambiente, Joaquín Páez, ha informado que “en Chiclana se están analizando ejemplares singulares, al tiempo que se atienden demandas vecinales que se han considerado técnicamente justificadas para verificar la seguridad que aportan los árboles analizados. Lo cierto es que algunos de ellos conocieron la época napoleónica. El estudio nos permitirá contar con un informe fiable de las acciones a emprender en cada ejemplar en concreto”.
Páez ha destacado que “se trata de una tecnología no invasiva y que, por tanto, no causa caño al árbol, convirtiéndose en una herramienta fundamental para llegar a conclusiones fiables a la hora de establecer el estado mecánico de la estructura de cada unidad y su índice de riesgo debido a pudriciones o defectos, lo que permite minimizar el riesgo de caídas de ejemplares en zonas urbanas”.
Así, los ejemplares analizados, con la coordinación del ingeniero de Montes Javier Fernández, están siendo varios olmos y hayas ubicados en la Alameda Solano, una araucaria de la plaza de la Florida, una tipuana en la barriada Fermesa, una bellasombra ubicada en parque Carlos Cano, la haya ubicada en el parque Laurel, un pino piñonero de Huerta Alta y una magnolia en plaza Bocoy.
“Esta iniciativa es una muestra más de que seguimos avanzando no sólo en reposición de arbolado y en nuevas plantaciones, sino también en materia de seguridad mediante tecnología punta y vanguardista”, ha incidido el delegado, que también ha manifestado que “es fundamental que podamos cerciorarnos de los posibles problemas que tuviera cada ejemplar y así tomar la decisión que los técnicos consideren más adecuadas”.
El edil ha aludido “al tiempo perdido por el anterior equipo de Gobierno del PP en materia de jardinería por su falta de sensibilidad y por alejarse de los vecinos y sus demandas. Nosotros somos mucho más ambiciosos; no sólo nos preocupa tener más árboles, sino que cualquier acción que vayamos a tomar será comunicada a los vecinos, velando por su seguridad y con la perspectiva de prevenir, que siempre será mejor que curar”.
Páez ha señalado, por último, que “es necesario ser suficientemente cuidadosos a la hora de estudiar cada caso, ya que muchos de estos árboles centenarios o bicentenarios forman parte del patrimonio cultural de la ciudad. Por ello nuestro objetivo es preservarlos si es posible y, para ello, utilizamos esta tecnología que no supone un coste adicional en la prestación del servicio y que nos permite avanzar en las formas de intervención”.
Javier Fernández, por su parte, como técnico coordinador de las inspecciones, ha explicado que “la tomografía es una tecnología de última generación que permite dimensionar los posibles defectos en la madera de arbolado en pie, lo que sin ser un diagnóstico en sí mismo, nos proporciona una valoración del estado de salud interna de los ejemplares. El procedimiento está reconocido internacionalmente y sus resultados nos permiten tomar las decisiones más convenientes en cada caso”.
El fundamento de este sistema es el mismo que el que se utiliza en medicina. El tomógrafo emite unas ondas que analizan el árbol, obteniéndose una imagen muy parecida a la un TAC. La señal es recogida por varios sensores que se colocan a diferentes niveles. Así, la extensión axial de los posibles daños puede ser evaluada. Con la ayuda del software, las secciones axiales y horizontales pueden ser escaneadas dentro del tronco. Las áreas debilitadas entre los niveles de sensores se harán visibles de este modo.
Aplicado este sistema a ejemplares vivos, el resultado permite medir la densidad del tronco en diferentes partes del árbol. De esta forma se obtienen los datos que permiten evaluar las probabilidades y riesgos de quiebros y desgarros.