El sindicato quiso “trasladar y apoyar al comité de empresa de CTM”, en lo referente a que “la utilización de un autobús antiguo en la línea 10 fue debida a la rotura de una luna del vehículo y no a la falta de profesionalidad de los conductores”.
Según UGT, “debemos recordar que del transporte público dependen más de cien trabajadores y no podemos admitir que el colectivo de conductores sea el responsable final del funcionamiento del servicio”. La central sindical estima conveniente “que se realicen las gestiones oportunas que eviten las quejas que se están produciendo”.