“¿Cómo pueden tener a enfermos de 101 años tres horas esperando a una ambulancia?No hay derecho a tener a una persona con esa edad tres horas sentada en una butaca esperando hasta casi las doce de la noche”. Las manifestaciones de Carmen Perea, hija de María, protagonista a la fuerza de esta denuncia, siguen evidenciando mucha indignación e impotencia por el capítulo que tuvieron que vivir la noche del lunes en el Hospital de Jerez por la tardanza de la ambulancia en llegar para trasladar a su madre a casa.
“Le duele todo: las piernas, la espalda, los brazos.. ella normalmente a las ocho está acostada"Después de pasar allí varias horas para practicarle distintas pruebas en Urgencias, llamaron a una ambulancia por indicaciones de los propios médicos. “Problemas de coche no había, porque estaba el de mi marido y el de mi cuñado, pero mi madre tiene las piernas muy inflamadas por el Sintrom y la piel muy fina, y cualquier roce puede ser complicado”, señala. Con lo que no contaban es con que no iban a llegar a su casa hasta las doce de la noche. Según relata a este periódico, dieron aviso a las 20.40 horas, pero la ambulancia no llegó hasta tres horas después.
En ese intervalo, llamaron varias veces, tanto el mismo personal del hospital como el marido de Carmen, pero no había manera. Su madre, sentada en un butacón todo ese tiempo, no sabía ya cómo ponerse e incluso le pedía a su hija que le dieran una cama. Enfadados y sin dar crédito a lo que ocurría, pusieron una reclamación contra el servicio de ambulancias, que luego trasladaron verbalmente al conductor a su llegada. “Nos dijo que la prioridad son los enfermos de diálisis y de cáncer, y yo no lo discuto, pero ¿no hay más ambulancias para los traslados?Además, estando en Urgencias otros usuarios me comentaban que había habido casos en los que se había tardado hasta cinco horas. Esto no se puede permitir”, señala.
Ahora lo que espera es que su denuncia y el mal rato que pasó su madre no sean en vano. No quieren que nadie más viva esta situación. De hecho, ayer María acusaba este esfuerzo extra. “Le duele todo: las piernas, la espalda, los brazos...ten en cuenta que ella normalmente a las ocho está acostada y tiene el Sintrom en 5,6”. Eso sí, Carmen quiere dejar claro que su malestar está dirigido únicamente al servicio de traslado de ambulancias y, de ninguna manera, al personal de Urgencias del hospital de Jerez. “Fue maravilloso como trataron a mi madre, pendientes en todo momento. Me quito el sombrero con ellos”.
