Policía Nacional y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han intervenido un total de 420 kilos de cocaína en dos operaciones desarrolladas en el Puerto de Algeciras.
En un comunicado, el Cuerpo Nacional de Policía ha explicado que la sustancia estupefaciente viajaba oculta en contenedores que transportaban bananas.
En la primera operación, ambos cuerpos recibieron la información que señalaba la posible utilización de varios contenedores como posibles porteadores de una importante cantidad de cocaína, pudiendo suponer un nuevo caso de la técnica gancho ciego.
Tras analizar la documentación aduanera de la que disponían tuvieron conocimiento de que los dos contenedores venían procedentes de Guayaquil (Ecuador) con destino a Emiratos Árabes, sin previsión de descarga de mercancía en territorio español.
Localizados los contenedores en el buque en el que viajaba con dirección el Puerto de Algeciras se estableció un discreto operativo por agentes de Udyco Central de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria para el reconocimiento de los contenedores tan pronto fueran descargados del buque.
Debido a que el buque estaba en tránsito y sus paradas se encontraban fuera de España, se retiraron los precintos para abrir los mismos localizando varias bolsas deportivas junto a las puertas y sobre la carga legal declarada.
En su interior se hallaron varias pastillas que contenían una sustancia de presentación harinosa y de color amarillo que dio positivo al “narcotest” por cocaína. En total, se intervinieron casi 300 kilos.
La segunda operación se llevó a cabo la pasada semana, cuando Los agentes tuvieron información sobre varios contenedores que podían llevar una importante cantidad de cocaína.
Tras analizar la documentación aduanera, se verificó que tenían como origen Ecuador y Algeciras como puerto de transbordo.
Los investigadores localizaron varios contenedores entre los que se encontraba el que contenía la droga.
Se procedió a su apertura y hallaron en su interior dos paquetes grandes rectangulares envueltos de arpillera, de 60 kilos cada uno, que portaban pastillas de cocaína de gran pureza, arrojando un total de 120 kilogramos de peso.