El centro penitenciario Botafuegos, en Algeciras, ha sido uno de los escenarios de las concentraciones organizadas por varios sindicatos para protestar por la agresión sufrida por un trabajador de la cárcel de Sevilla 1 durante una protesta el pasado día 17.
“El pasado 17 de Mayo, cuando nos manifestábamos, reclamando mejoras laborales en el Centro Penitenciario de Morón, de forma pacífica y sin que mediara ningún tipo de provocación, ni insulto, ni agresión, ni nada parecido, los antidisturbios de la Policía Nacional cargaron con excesiva dureza y sin miramiento alguno, contra los funcionarios de prisiones que estábaos allí presentes”, explica el sindicato.
“Debido a ello un trabajador del Centro Penitenciario de Sevilla 1, ha sufrido graves lesiones en el ojo al ser golpeado en la cara con una defensa de goma, además de un dedo roto; más de 10 funcionarios de prisiones han aportado parte de lesiones con moratones en la cabeza, espalda, brazos y piernas, otro fué detenido, agredido, engrilletado y trasladado en furgón policial a dependencias policiales, decir al respecto que el pronóstico del funcionario golpeado en el ojo es grave, que está ingresado y en observación y a día de hoy, se baraja la pérdida total o parcial de visión del ojo”, añaden.
Por todo ello, los principales sindicatos del colectivo de prisiones (Acaip, UGT y CCOO) han convocado en todos los establecimientos penitenciarios del territorio nacional un paro de 15 minutos hoy a mediodía en “repulsa por las graves lesiones ocasionadas al trabajador”, bajo el lema “Ministro, a palos no” y “Todos somos Dani”, en referencia al funcionario herido.
Los trabajadores penitenciarios justifican las movilizaciones debido “al olvido y menosprecio que sufrimos por el ministerio que encabeza el sr. Zoido, lo cual nos ha llevado a vivir la etapa más decadente de toda la democracia”.
Denuncian también “la decisión de dejar vacantes más de 3000 plazas, a pesar de estar presupuestadas” y “la falta de formación que tenemos los funcionarios de prisiones durante toda nuestra vida penitenciaria”.
Añaden a sus protestas la “inexistencia de carrera profesional, a pesar de que para el ingreso se nos pide una alta cualificación, posteriormente quedas en el olvido independientemente de tu cualificación profesional”.
Por último, claman contra la “desigualdad salarial, atendiendo al lugar donde esté enclavado tu centro penitenciario y a pesar de realizar la misma actividad laboral, por ello exigimos a igual trabajo igual salario”.