El Orgullo de Torremolinos encara su fin de semana grande: actuaciones musicales que harán un recorrido por la historia de la música española, la manfiestación y el reconocimiento a aquellas personas que visibilizan los derechos del colectivo LGTBI. Comienza la reivindicación.
¿Qué novedades trae el Pride 2018?
–Sobre todo el haber ampliado a nueve días el Orgullo, una mayor participación de las asociaciones y entidades sociales que han elaborado un programa muy completo. Hemos introducido tres días de actividades socioculturales y una fiesta de inauguración, una pool party, que tampoco la habíamos hecho nunca. Además, algo muy novedoso e interesante que hemos querido introducir este año es la forma de dar el pregón, haciendo una mesa de la visibilidad, la conferencia ‘Siendo visibles’, porque vamos a representar a todas las letras que conforman el LGTBI, pero también a los diferentes sectores de la sociedad.
¿Qué diferencias existen con respecto a Prides más conocidos, como es el de Madrid?
–Madrid tiene una parte muy social también, lo que pasa es que la separan mucho del programa oficial. En el caso de Torremolinos, como el organizador es el Ayuntamiento con las asociaciones, hemos empezado a trabajar desde julio desde el año pasado de forma conjunta. Hemos mantenido numerosas reuniones a lo largo de estos meses para ir conformando un programa que tuviese de todo: en el que hubiesereivindicación y ocio, ya que la gente también viene buscando eso. Creo que es algo muy valioso el trabajo que hacemos con los colectivos día a día. Vemos que hay actividades para todos.
¿Es el Pride una fiesta para toda la familia?
–Efectivamente: es una fiesta para todos. Lo que me encanta es que podamos combinar a los pequeños con los más mayores porque tienen mucho que enseñarse en ambos sentidos; los pequeños porque tienen todavía esa mente tan abierta, en la que cabe todo y ven todos los colores y los mayores porque vivieron una época de represión que no les dejó, en muchas ocasiones, ser lo que querían ser. Que ahora vean la oportunidad de que sus hijos o sus nietos lo puedan hacer, es algo muy positivo para continuar.
¿Existe algún interés por parte de las asociaciones LGTBI o el Ayuntamiento por posicionar el Pride como sede del World Pride?
–No nos lo hemos planteado. Sí que es verdad que al Orgullo de Torremolinos lo llamamos el ‘Orgullo del Sur de Europa’, aunque todavía no podemos competir con Madrid o Maspalomas. Desde luego, como Pride español estamos dentro de ese Top 5 que en tres o cuatro años ha crecido muchísimo. Como Orgullo del Sur de Europa tampoco descartamos que el día de mañana podamos ir creciendo más y tenemos kilómetros y kilómetros de costa para poder hacer un Orgullo que cada vez sea más mayor.
Durante los 20 años de Gobierno del PP no se celebró el Orgullo en Torremolinos. ¿Cómo ha sido traer este evento a la ciudad?
–Para nosotros era una decisión importantísima y, además, una de las primeras que tomamos. En cuanto entramos al Gobierno, durante el mes de junio,nos reunimos con las asociaciones, locales y bares del colectivo LGTBI. Les dijimos que teníamos que organizar un Orgullo conjunto, ya que en un primer momento plantearon la idea de hacer dos eventos diferenciados, aunque nuestra recomendación fue reunirlos y hacer solo uno. Sí es cierto que la asociación Colega organizó un evento del Orgullo Solidario en verano de 2014 que Pedro Fernández Montes (exalcalde de la ciudad), trató de prohibir porque se iba a clausurar con una actuación transformista. Viendo el interés por parte de las asociaciones por generar un Orgullo de verdad, dimos el paso de hacerlo.
¿Qué pasos quedan por dar en materia LGTBI?
–Queda muchísimo por hacer. Esto es igual que el Día de la Mujer: el día en que dejemos de celebrar estas cosas es porque los derechos estén conseguidos. Cuando la sociedad se dé cuenta de que somos una ciudad LGTBIQH, cuando entendamos que la sociedad es diversa, pararemos, mientras tanto, seguimos trabajando para conseguirlo.