La fortaleza de la naturaleza de la zona de Doñana y el plan de trabajo, coordinado por expertos encargados de diseñar la restauración de la zona afectada por el incendio en el paraje de Las Peñuelas en Moguer (Huelva) y que alcanzó una una superficie de 8.486 hectáreas del entorno de Doñana, ha permitido que, justo un año después que se cumple este domingo, "parte de una zona que quedó negra por el fuego esté hoy verde".
Los términos municipales afectados fueron los de Moguer y Almonte, en mayor medida, y en menor los de Lucena del Puerto y Palos de la Frontera. Precisamente, ha sido el alcalde moguereño, el socialista Gustavo Cuéllar, el que ha destacado en los últimos días que "la fortaleza que ha demostrado la tierra", al igual que la primera edil de Almonte, Rocío Espinosa, quien realiza un balance positivo del comportamiento de la naturaleza.
Cabe recordar que el fuego, que comenzó a las 21,15 horas uniéndose muchos factores para su propagación con virulencia como la hora, los 42 grados de temperatura que hacía y vientos de más de 90 kilómetros por hora, obligó al desalojo de más de 2.000 personas, muchas de ellas alojadas en el Hotel Solvasa, en el Parador de Mazagón, en el camping Doñana, y otros vecinos las casas de la zona conocida como Bonares, inmigrantes de asentamientos de las zonas de Las Madres y Las Posadillas, personal del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial del Ministerio del Interior (INTA) y el Centro de Cría en Cautividad de El Acebuche, donde falleció un lince.
La infraestructura más dañada fue el citado camping, que quedó asolado y que ha reabierto sus puertas este viernes justo un año después de este siniestro.
Rápidamente aquella mañana de domingo se instaló el Puesto de Mando Avanzado en Mazagón, al que acudieron varios representantes políticos como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, o los entonces ministros del Interior, Juan Ignacio Zoido, y la de Empleo, la onubense Fátima Báñez, así como el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, y alcaldes de la zona, que iban informado a la prensa de la situación, momento en el que nadie "descartaba el factor humano".
En concreto, dos meses después, la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIFF), dependiente de la Consejería, apuntó en su informe como causa del citado incendio a una "negligencia por descuido" de una carbonería de la zona, así como que un día después del inicio del fuego desde la empresa se envió maquinaria pesada para realizar "movimientos de tierra".
De hecho, el Juzgado de Instrucción número 2 de Moguer amplió el pasado mes de diciembre hasta los 73,2 millones de euros la fianza que solicitaba a dos responsables --el administrador único y a otro colaborador en funciones de dirección-- de la citada carbonera en un caso que cuenta con más de 200 perjudicados personados y que continúa su instrucción.
Se trata de la cantidad, que fue recurrida por la empresa, y que cifró la Consejería de Medio Ambiente tras sumar los daños causados por el citado incendio en aquellas fechas.
Ahora, tras un año de este fuego, que se dio por extinguido el 4 de julio gracias a la rápida actuación de los 700 efectivos, entre bomberos forestales del Plan Infoca, agentes de medio ambiente, BIFF y de la Unidad Militar de Emergencia, el próximo otoño la Junta de Andalucía comenzará las actuaciones previstas para la restauración de la zona afectada con la repoblación de unas 1.000 hectáreas iniciales con una vegetación "más resistente al fuego" para lo que destinará una inversión inicial de dos millones de euros.
VARIEDADES MÁS RESISTENTES
En concreto, las principales variedades vegetales que se plantarán serán autóctonas conformando un mosaico natural que suponga una garantía de más resistencia al fuego. Se trata de semillas que están germinando en viveros andaluces y que son de armería, coscoja, palmito, alcornoque, enebro, sabina, camarina, barrón, acebuche y lentisco.
En total se intervendrá en 7.647 hectáreas de superficie forestal y se incidirá en la plantación de especies de alto valor ecológico, vegetación autóctona, propia del bosque Mediterráneo y adaptada al terreno en una restauración, que se realizará siguiendo las directrices del grupo de trabajo científico-técnico que se creó para recuperar la zona cuando todavía el fuego estaba activo.
Durante su intervención este viernes en la zona de Cuesta Maneli, el propio consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Fiscal, informó de que las primeras zonas en las que se plantarán las semillas serán las que presentan una mayor sensibilidad ambiental, como son las dunas, médanos, lagunas temporales y zonas de cárcavas y arroyos.
UN NUEVO PROYECTO EN PARALELO
A su vez, la Junta de Andalucía impulsará un nuevo proyecto, financiado con fondos Feader, para el seguimiento de la respuesta del medio natural tras el incendio, en el que, en paralelo al proyecto de restauración, se acometerá el levantamiento de indicadores sobre riesgos de erosión eólica e hídrica, sobre especies indicadoras de flora y fauna, estado de conservación de Hábitats de Interés Comunitario, aparición de exóticas invasoras, entre otras.
Además, se contempla apoyo para la divulgación de información relacionada con el incendio y sensibilización de la ciudadanía. Esta iniciativa contará con un presupuesto de 300.000 euros y contará con un horizonte temporal de dos años.
En relación a las actuaciones que se están realizando en estos momentos y continuarán en verano, prosiguen las cortas de pies quemados, la sujeción del terreno en zonas de pendiente para la estabilización de la duna en zonas expuestas a los vientos marinos, usando los restos de pies calcinados, para posteriormente incidir en restauración de la vegetación mediante plantación y siembra de especies autóctonas adaptadas a las condiciones del terreno. En total se calcula que se retirarán unas 200.278 toneladas de madera.
Hasta el mes de mayo, la Junta de Andalucía ha invertido en total unos 720.000 euros en obras de emergencia, complementadas con las actuaciones financiadas por el Ministerio de Transición Ecológica, a las que se destinó un millón de euros. En primer lugar, se desarrollaron tareas vinculadas a la seguridad de las personas --retirada de árboles con riesgo de caída en zonas transitadas o retirada de pasarelas, entre otras-- y, posteriormente, se desarrollaron otras centradas en el freno de la erosión y la protección de árboles vulnerables.
En estos días todas las administraciones han mostrado sus agradecimientos a la respuesta masiva y solidaria de la ciudadanía, que desde el primer momento quiso colaborar para recuperar un enclave tan emblemático como este, motivo por el que la Junta buscará los mecanismos para que todos los inscritos, además de estar informados periódicamente de todos los trabajos como hasta ahora, puedan seguir colaborando.
VALORACIÓN DE ECOLOGISTAS
Por su parte, expertos de WWF que han visitado estos días la zona afectada por el incendio han comprobado la alta regeneración natural de especies adaptadas al fuego como palmitos, brezos o romeros.
En un comunicado, WWF subrayó que "la vida ha brotado con fuerza en los bosques y las dunas del Espacio Natural empujada por las excepcionales lluvias de esta primavera" aunque dejaron claro que "el área tardará años en recuperarse por completo".
Sobre el terreno, técnicos de la organización ecologista han comprobado que las actuaciones de emergencia realizadas hasta el momento por la Junta de Andalucía y el Gobierno de España "han sido adecuadas y han evitado impactos mayores tras el incendio, reduciendo la erosión de las dunas o protegiendo los cauces de arroyos".