UNICEF Comité Español ha precisado que la adopción "no es lo más recomendable" para los niños y niñas atrapados en conflictos o que están atravesando cualquier tipo de crisis humanitaria.
Según indica la ONG, reciben prácticamente a diario mensajes y llamadas de personas interesándose por adoptar a un niño, generalmente porque han conocido su historia en la web, redes sociales o a través de los medios de comunicación. Se trata de niños de Siria, Yemen, Nigeria, Irak, Sudán del Sur o Bangladesh.
Sin embargo, la organización no aconseja la adopción de estos menores, en primer lugar, por motivos de reagrupación familiar. "No podemos dar por supuesto que ninguno de estos niños tiene padres o familiares cercanos vivos", explican desde la ONG.
En este sentido, precisan que muchos adultos buscan a sus hijos durante semanas, meses e incluso años y, por ello, se ponen en marcha registros para propiciar los encuentros.
Por otro lado, la ONG argumenta motivos psicológicos y explica que "las medidas de protección que suponen un desarraigo del entorno de origen del niño están especialmente desaconsejadas en los momentos inmediatamente posteriores a una emergencia" pues no sería bueno para superar los traumas que ha vivido.
En cuanto a los motivos legales, la Ley de Adopción Internacional es la que regula en España las circunstancias que permiten, impiden o condicionan una adopción. En su artículo 4 establece que no se podrá llevar a cabo la adopción cuando el país en el que tiene su residencia el niño que va a ser adoptado "se encuentre en conflicto bélico o inmerso en un desastre natural".
Además, para adopciones internacionales, los países tanto de origen del niño como de adopción deben haber firmado el Convenio de la Haya, para garantizar que la adopción se desarrolla legalmente y con garantías. Si bien, la ONG precisa que "en muchas emergencias esto no ocurre, como sucedió tras el terremoto de Haití en 2010".
La ONG también advierte de que en este tipo de situaciones "siempre hay quienes se aprovechan del caos que se genera para sacar provecho a costa de los más vulnerables" por lo que "resulta imposible controlar que las adopciones se hacen con todas las garantías para la seguridad y el bienestar de los niños".
"Aun con la mejor intención, abrir los programas de adopción internacional sería como hacer una invitación a las redes de tráfico y explotación", precisa.
Por todos estos motivos, UNICEF señala que la prioridad en una emergencia se centra en: encontrar a los niños y cubrir sus necesidades básicas; identificarlos y registrarlos para buscar a sus familiares; y ubicarlos en familias de acogida de forma temporal.
Una vez comprobado que la reunificación en el país no es posible, y después de que se haya realizado un análisis apropiado, las autoridades competentes tomarán en consideración otras alternativas, como la adopción.
En 2017 UNICEF respondió a 337 crisis humanitarias en 102 países, donde han atendido las necesidades inmediatas de millones de niños y sus familias con vacunas, educación, agua o apoyo psicológico. También trabajan para prevenir y reducir el impacto de futuras crisis, y ofrecer esperanza y oportunidades. Por ello, animan a los ciudadanos a colaborar con la organización para poder seguir cuidando de estos niños.