El Indicador de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), cuya publicación corresponde al Instituto Nacional de Estadística (INE), bajó un 1,7% en el cuarto trimestre de este año en relación al trimestre anterior, su mayor retroceso desde el inicio de la serie, en 2013.
El descenso de la confianza en el cuarto trimestre, que contrasta con los avances logrados en los dos trimestres anteriores, se debe tanto al empeoramiento del indicador de situación actual como al de expectativas.
En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en +2,9 puntos, por debajo de los +7,1 puntos del trimestre anterior.
Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre octubre y diciembre de este año se ha situado en el 19%, cifra inferior a la del trimestre anterior (22,8%).
Al mismo tiempo, el porcentaje de empresarios que opinan que su negocio marchará de manera normal ha subido desde el 61,5% al 64,9%, mientras que los empresarios que se muestran pesimistas sobre la evolución de su negocio han aumentado desde el 15,7% del trimestre anterior al 16,1%.