El Papa Francisco ha lamentado la muerte de los siete cristianos coptos que perdieron la vida este viernes en un ataque terrorista perpetrado por Estado Islámico en la provincia egipcia de Minya, cuando estos viajaban en un autobús.
"Expreso mi dolor por el ataque terrorista que afectó a la Iglesia ortodoxa copta en Egipto hace dos días --ha lamentado el máximo pontífice--. Rezo por las víctimas, peregrinos asesinados solo porque son cristianos, y le pido a María Santísima que consuele a las familias y a toda la comunidad. Oremos juntos Nuestra Señora".
Así lo ha afirmado este domingo durante el Ángelus, en el que ha instado a amar a Dios al igual que se ama al prójimo. Según ha indicado Francisco, no es cristiano (sino "pagano") "preseleccionar" al vecino.
"Las necesidades del vecino ciertamente requieren respuestas efectivas, pero primero aún, piden compartir. Con una imagen podemos decir que el hambriento necesita no solo un plato de sopa, sino también una sonrisa, para ser escuchado, e incluso una oración, tal vez juntos", ha relatado el Papa, que ha instado a "estar atentos" a la necesidad de "cercanía fraterna" de los "hermanos más pobres".
"Esto desafía a nuestras comunidades cristianas: se trata de evitar el riesgo de ser comunidades que viven de muchas iniciativas pero con pocas relaciones; el riesgo de las 'estaciones de servicio' comunitarias, pero de poca compañía, en el sentido pleno y cristiano de este término", ha añadido.
En este sentido, sostiene que "sería una ilusión afirmar que amamos a nuestro prójimo sin amar a Dios" e "igualmente ilusorio pretender amar a Dios sin amar a nuestro prójimo". "Las dos dimensiones del amor, para Dios y para el prójimo, en su unidad caracterizan al discípulo de Cristo", ha concluido.
