El edificio-palacio de la antigua Capitanía General de San Fernando acogió un año más la tradicional celebración de la Pascua Militar.
El Almirante de la Flota, Manuel Garat Caramé, en representación de Su Majestad el Rey, fue el encargado de presidir el acto que consistió en una revista de la Fuerza presente, alocución del almirante en el Salón del Trono y desfile militar por la calle Real.
A la ceremonia asistieron numerosas autoridades civiles y militares de la Bahía de Cádiz cuya presencia agradeció el Alflot en su alocución.
Participó una compañía de Honores al mando de un capitán de Infantería de Marina, compuesta por una sección mixta de marinería de Comgruflot y Comandes-41; una sección de Infantería de Marina; una sección de marinería de la Flotilla de Aeronaves de la Armada; una sección del Ejército de Tierra perteneciente al RACTA-4, una escuadra de Gastadores de Infantería de Marina; la Unidad de Música y Banda de Cornetas y Tambores del Tercio Sur y un cornetín de órdenes. En su alocución, el almirante destacó el papel de las Fuerzas Armadas Españolas como instrumento para contribuir a la paz y la seguridad global y, consecuentemente, al progreso de la humanidad.
Agradeció a la sociedad su respaldo y felicitó al personal de las Fuerza Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por su compromiso con España y sus ciudadanos, y su servicio continuo, “tanto dentro como fuera de nuestras fronteras”.
También mostró su agradecimiento a los militares en la Reserva y tuvo un recuerdo para los militares fallecidos el año pasado, el campita´n de fragata Montojo Salazar que falleció frente a las costas argentinas en una expedición científica y el soldado de Infantería de Marina Carrero Jiménez, fallecido en un accidente en Mali.
Las Fuerzas Armadas hoy en día están velando por la seguridad de Europa actuando como barrera contra el terrorismo y contra las mafias organizadas de tráfico de personas, mientras que en países inestables luchan contra la piratería que afecta a los barcos de todas las banderas. “Está allí siempre, lo están en estos mismos momentos”.
Esta tradicional celebración fue instaurada por Carlos III el 6 de enero de 1782 con el objetivo de felicitar a las tropas responsables de recuperar la ciudad de Mahón, manifestando así el monarca, un entrañable aprecio a sus ejércitos.