Los zombies volverán a “invadir” San Roque en mayo, con ocasión de la II Survival Horror que impulsa la Delegación Municipal de Juventud. El concejal de este departamento, David Ramos, ha mantenido hoy, miércoles, una reunión con la empresa que organizó la cita del año pasado en la Plaza de Toros, para comenzar a preparar la que tendrá lugar la próxima primavera.
David Ramos recordó que “la empresa organizadora, Eventos Led, lo hizo estupendamente el año pasado, como nos trasladaron los jugadores de ese primer Survival que se celebró en el Campo de Gibraltar. En mayo repetiremos con esta actividad, una de las más importantes y demandadas de la Delegación de Juventud a pesar de que tan sólo se ha llevado a cabo una vez”.
“Este año -continuó- vendrá el Survival con sorpresas, y en esta reunión se va a planificar el terreno de juego y las actividades que contendrá. Quisiera invitar a las personas que les interese participar a que estén al tanto sobre las fechas y sobre los requisitos, que se irán dando a conocer próximamente”.
Por su parte, Elena Morillas, directora del Survival Horror Led, dijo que “estamos encantados de volver a San Roque. Estamos viendo las fechas, que pretendemos que sea durante la primera quincena del mes de mayo, para traer nuevas sorpresas, nuevas criaturas, bastante misterio... Vamos a ser bastante más duros que el año pasado. Quisiera recordar que es un juego cero/cero alcohol y cero/cero drogas, una alternativa de ocio diferente para la gente joven y también para las de mayor edad”.
A pesar de tratarse del primer “Survival Horror Zombie” celebrado en el Campo de Gibraltar, el realizado en la madrugada del 27 de mayo de 2018 se saldó en todo un éxito, debiéndose cerrar en medio centenar el número de participantes cuando se había pensado inicialmente en unos trescientos. La apuesta de la Delegación de Juventud y de la empresa Eventos Led transformó San Roque Casco en un escenario apocalíptico donde estaban prohibidos el alcohol y las drogas.
El juego transcurrió como si fuese una gymkana convencional, resolviendo retos siguiendo un guión preestablecido en verdaderas casas del terror y en las calles y plazas sanroqueños, con el objetivo último de permanecer en el mundo de los vivos. Si los participantes eran infectados, la organización se encargaba de transformarlos en “No Muertos” con terroríficos maquillajes. Los establecimientos hosteleros participaron como “Zonas Seguras”, para protegerse de los personajes hostiles y de los “No Muertos” mientras se recuperaban las fuerzas.