Cádiz ha sido la primera ciudad gaditana que ha invitado y acogido la obra de Cruz Herrera (La Línea 1890-1972). Las bóvedas del Baluarte de San Roque se han convertido en imágenes que salen de los cuadros y que te trasladan al Marruecos de principios del siglo XX. Imágenes costumbristas de un autor magistral que apenas si se ha promocionado desde su propia tierra. Sólo cuenta con una pinacoteca en su localidad natal y la oportunidad que le brinda la capital gaditana supondrá una nueva vía para conocer el arte de la provincia de Cádiz. Entre sus obras se pueden ver bodegones cuyos elementos parecen reales, con una pincelada muy concreta y atrevida en ocasiones en las que incluso recuerda ciertos toques impresionistas.
Como decía la directora de la pinacoteca Mercedes Corbacho, “es la primera vez desde que se inaugurara el Museo que se ha sacado a Cruz Herrera de nuestra frontera, La Línea de la Concepción. Es como un segundo paso, un paso de gigante con el que muchas personas podrán enamorarse de la obra de Cruz Herrera”. En la inauguración estuvieron también la concejala de Cultura de La Línea, Encarnación Sánchez, y la nieta del pintor, Amparo Cruz López. La edil linense habló del Museo Cruz Herrera, inaugurado en enero de 2016 y que ya acumula más de 70.000 visitas. “La cultura se mueve en La Línea y más con este referente cultural”. Su nieta reclamaba que “saliera más de La Línea porque es un pintor universal” y debe darse a conocer fuera de las fronteras de su ciudad natal.
Durante el recorrido por la sala del Baluarte de San Roque, el visitante puede contemplar cómo trabajaba las texturas de una manera muy especial que casi sacan del lienzo los objetos que plasma, ya sea una vasija de metal, una cigala o la piel de un pollo, cómo se clava la mirada de una niña o cómo casi se puede oler un trozo de sandía.
Con el título ‘Cruz Herrera en Marruecos. El comienzo de una gran amistad’, los interesados en visitar la muestra podrán hacerlo hasta el 27 de abril en la planta baja de la galería de arte Baluarte de San Roque (junto a las Puertas de Tierra). El espacio municipal abre sus puertas al público de lunes a viernes, de 10 a 14 y de 18 a 20 horas. Y los sábados, de 9 a 14 horas. La entrada es libre y gratuita.
La muestra se compone de 13 óleos de su etapa orientalista, que incluyen paisajes, bodegones y retratos de su estancia en Marruecos. Cruz Herrera se trasladó a Casablanca en el año 1926, cuando este territorio aún formaba parte del protectorado francés. Allí encuentra un ambiente cosmopolita y se relaciona con otros pintores europeos. Fascinado por la cultura y el ambiente de las calles, pero también por la personalidad de sus gentes, decide quedarse más allá de lo planeado e incluso traslada allí a su familia. Con esta oportunidad se le da el sitio que merece a Cruz Herrera que está considerado como uno de los mejores y últimos orientalistas del panorama pictórico español, junto a Mariano Bertuchi (cuyos dibujos ya se exhibieron en la galería), Felipe Abarzuza o Mariano Fortuny, entre otros.
