Una vez más, la última en este concurso ya casi liquidado, la comparsa de Martínez Ares completó un buen pase.
"No más de 70 metros mide la celda al completo donde siguen detenidos los animales que soportan cansados el peso de sus anillos". Describen en la primera letra una relación apagada, de esas que se alargan y se mantienen a pesar de ser inexistentes. "El cariño es una mancha que gastan y gastan con su mirada". Sólo un rayo de luz entra con la vuelta de los hijos y los nietos a esas cuatro paredes. Pero cuando marchan quedan "de nuevo atrapados entre sus redes".
"Tú, inventora de palabras, tú la lluvia sin palabras, tú y el sátiro levante, tú borracha de tristeza, tú barquitos a dos velas". Precioso piropo a Cádiz en el segundo pasodoble.
El primer cuplé fue a las intolerancias alimentarias que hay en su bloque de vecinos. "Esta noche he cambiado de camello, le he dicho dame la mierda que toma el arlequín". Segundo donde respondían a uno de los cuplés de Juan Carlos Aragón de este año. "Ten cuidao que luego las musiquitas se te repite, se te repiten, se te repiten". Febrero quiere sangre y se la dieron.
