Zelaya, que se encuentra alojado desde el lunes en esa sede diplomática, hizo esta denuncia a través de un comunicado difundido ayer por correo electrónico por la primera secretaria de la embajada de Honduras en Nicaragua, Elizabeth Sierra.
Agregó que los agentes policiales y militares que rodean la sede diplomática brasileña realizan “un ataque desproporcionado” para reprimir a sus seguidores que se encontraban en los alrededores de ese edificio.
La nota dice que el mandatario pidió a la población hondureña en resistencia que acuda a Tegucigalpa, específicamente, frente a la embajada de Brasil, “para hacerle frente a estos ataques”.
Según el comunicado, Zelaya ha hecho llamamientos a las fuerzas militares y policiales para “que depongan la violencia y que se unan al grupo de ciudadanos que luchan por una nueva Honduras”.
El derrocado mandatario, agrega la nota, expresó su deseo de continuar el diálogo con todos los sectores para “encontrar una salida a la situación del país y solicitó también el apoyo de la comunidad internacional a favor de la democracia para frenar al régimen despótico”.
Sobre el toque de queda decretado el lunes por el Gobierno de facto de Roberto Micheletti, la embajada de Honduras en Managua afirmó que hay una amenaza de “extenderlo aún más”.
Honduras amaneció ayer bajo un riguroso toque de queda, mientras que la Policía, con el apoyo de los militares, dispersaron a decenas de seguidores de Zelaya que permanecían desde el lunes frente a la embajada de Brasil.
Durante la operación antidisturbios se produjo un enfrentamiento entre policías y manifestantes, sin que hasta ahora se conozcan cifras de lesionados o posibles detenidos. Los manifestantes retrocedieron al menos unos 100 metros de la embajada brasileña, custodiada por decenas de policías y militares.
PIDEN DIÁLOGO
El presidente del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Pedro Oyarce, pidió ayer un “diálogo pacífico” en Honduras que permita la vuelta al orden constitucional y la restitución de Zelaya.
También pidió “respeto a los derechos humanos de todos los ciudadanos hondureños, plenas garantías a la seguridad del mandatario y de la representación diplomática de Brasil en Honduras”, donde se refugió Zelaya.
Oyarce condenó “los hechos violentos ocurridos en las cercanías de la Embajada de Brasil” e hizo un nuevo llamamiento a un diálogo pacífico, “que permita el pronto restablecimiento del orden constitucional y la restitución del presidente José Manuel Zelaya en sus funciones”.