La Asamblea de Familiares y Asociaciones de Memoria Histórica de la Plaza de la Gavidia ha convocado una concentración ante el Ayuntamiento de Sevilla para el día 11 de abril, coincidiendo con el comienzo de los actos institucionales destinados a homenajear a la Corporación Republicana de julio de 1936, en demanda del cumplimiento del "compromiso" relativo a la exhumación de los cadáveres de la fosa de Pico Reja del cementerio de San Fernando, según han informado a Europa Press desde dicho colectivo.
En ese sentido, recordemos que según historiadores como José Díaz Arriaza, la fosa de Pico Reja podría acoger los restos de 1.103 personas represaliadas por las tropas sublevadas desde el comienzo del alzamiento militar hasta el 31 de agosto de 1936, figurando entre las víctimas miembros de la corporación municipal de la época, algunos alcaldes e incluso diputados. Podría ser, de hecho, la fosa donde descansarían los restos de Blas Infante, ejecutado precisamente en agosto de 1936.
Los resultados de la investigación inicial de aquella fosa, encargada por el Ayuntamiento de Sevilla a la empresa TCA Geomática, están plasmados en una memoria de intervención recogida por Europa Press y que corrobora "tanto las noticias escritas como orales sobre la existencia de la fosa con restos de personas enterradas tras el golpe militar de 1936", pues la fosa en cuestión constituye un depósito "colectivo" de cadáveres enterrados sin ataúdes y sin que la posición de los cuerpos se atenga a "los rituales funerarios habituales".
EXCAVACIÓN INICIAL
Según dicho volumen, dada la localización de restos óseos que corresponderían a un "mínimo" de seis personas en la excavación inicial de la investigación, con indicios de "episodios de violencia" en dos de los casos y en un sondeo superficial de apenas dos metros cuadrados, "es posible mantener las cifras manejadas por Díaz Arriaza" respecto al número de cuerpos que albergaría la fosa, e incluso "aumentarla".
Y es que según se detalla en este libro, tras haber acogido los cuerpos de las personas represaliadas desde el inicio del alzamiento hasta acabar agosto de 1936", la fosa de Pico Reja habría sido "reutilizada en momentos posteriores", pues por ejemplo fue localizado un fragmento de engarce de cristal de Bohemia con la inscripción del nombre oficial de la Segunda República Checoslovaca durante 1938 y 1939.
Igualmente, la memoria de intervención expone que las dimensiones de la fosa "exceden las barajadas a priori" y la misma "sobrepasa el espacio ajardinado que presenta forma de triángulo", toda vez que en paralelo a esta investigación, el Ayuntamiento hispalense ha recogido muestras genéticas de al menos 155 personas susceptibles de contar con lazos familiares con personas represaliadas quizá enterradas en la citada fosa común, para su posterior cotejo con los restos de las víctimas una vez sean exhumadas y lograr así su identificación.
En ese sentido, aún a la espera de que el Ayuntamiento de Sevilla, la Diputación y la Junta firmen el convenio de colaboración gracias al cual estas instituciones participarán en el proyecto de exhumación de las personas sepultadas en esta fosa, cuyo coste se eleva a unos 1,2 millones de euros, una de las activistas de la Asamblea de Familiares y Asociaciones de Memoria Histórica de la Plaza de la Gavidia rememoraba recientemente en un escrito recogido por Europa Press el "compromiso de la exhumación (de los cadáveres de Pico Reja) en 2018", porque tal aspecto "no se ha cumplido" pese a estar ya avanzado el año 2019.
Y es que desde hace meses, el Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el socialista Juan Espadas, viene defendiendo que la firma del convenio de financiación del proyecto de exhumación de la fosa de Pico Reja es "inminente" pero tal extremo no se materializa, toda vez que el actual Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos tendría decidido continuar con los aspectos comprometidos en materia de memoria histórica por el anterior Ejecutivo autonómico del PSOE.