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Miércoles 13/11/2024
 
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Málaga

Sarah Almagro, ocho meses de una lucha de titanes

Conciencia sobre la importancia de las vacunas tras sobrevivir de milagro a una septicemia aunque con graves secuelas como la amputación de las extremidades

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  • Sarah Almagro, un "caso milagro" -
  • Agradece la ola de solidaridad que ha crecido en torno a ella a fin de recaudar los fondos necesarios para facilitarle las prótesis que necesita

Disfrutaba del primer verano en que podía cruzar fronteras prohibidas por la noche y divertirse como cualquier joven con 18 años, pero una meningitis meningocócica Y le causó una septicemia de la que milagrosamente ha sobrevivido aunque con graves secuelas como la amputación de las extremidades.
“Cuando supe lo que tenía le pregunté a mi madre que por qué a mí, porque con toda la gente mala que hay en el mundo, yo no soy tan mala”
Ocho meses después, Sarah Almagro habla en primera persona con Efe para agradecer la ola de solidaridad que ha crecido en torno a ella a fin de recaudar los fondos necesarios para facilitarle las prótesis biomecánicas que le permitan moverse por sí misma. 

“Estoy bien, pero un poco harta de la situación, de estar siempre sentada, tumbada, con lo activa que yo era”, describe Sarah, cuyo objetivo es tener una vida adaptada lejos de la silla de ruedas.

Los médicos, explica su madre, Silvia Vallejo, no esperaban que hubiera sobrevivido, “consideran su caso un milagro”, y tanto ellos como la propia enferma tienen claro que el deporte le ha "salvado la vida”.

Amante de los deportes de agua, Sarah intenta ahora volver a la rutina y, entre otras cosas, ha empezado a acudir a clase de Derecho a la Universidad, aunque su sueño ahora más que “ser inspectora de Hacienda”, el que se marcó cuando terminó Bachillerato, es ser “triatleta paralímpica”. 

“Me gustaría dedicarme al deporte paralímpico e intentar llegar al triatlón”, confiesa con mirada chispeante y es que Sarah no ha perdido su sonrisa a pesar de la dureza de estos meses, de despertar en una UCI donde recibió la noticia de su enfermedad, que "no sabía que existía".

A través de la asociación “Somos tu ola” han iniciado una campaña para concienciar sobre la importancia de las vacunas, y su familia ha mantenido reuniones con responsables del Gobierno a fin de incluir en el calendario vacunal la tetravalente de meningitis con serotipos A, C, W. 

El primer paso ya se ha conseguido, con el compromiso de la Junta de Andalucía de incluirla en su calendario y esperan que la iniciativa se extienda al resto de España, puesto que en Europa está implantada en la gran mayoría de los países.

Confía en que su caso sirva para dar a conocer la enfermedad porque asegura que se ha ocultado información, “se ha ido incrementado mucho la tasa de mortalidad de esta enfermedad en los últimos años y la gente debe tomar conciencia de que las vacunas son importantes, son por su bien”, incide.

Su lucha personal continúa, sus riñones siguen sin funcionar, lo que la mantiene en diálisis semanal y los médicos descartan un trasplante, por el momento, debido a su estado físico, ya que podría rechazarlo.

Los muñones de sus brazos ya están curados, preparados para poder acoplarse a unas prótesis biónicas, verdaderos artilugios robotizados cuya longevidad no va más allá de los ocho años, y su precio unitario ronda los 50.000 euros. 

Sin embargo, los injertos en la pierna derecha no están curando todo lo rápido que se esperaba debido a una “exposición de rótula, la herida se ha quedado estancada”, indica la propia afectada. 

Reconoce que el camino no está siendo fácil, que tiene sus días y momentos de “bajón” pero que gracias al apoyo social, a la gran solidaridad que su caso ha originado, se siente “muy arropada” y “con fuerzas”, incluso para superar poco a poco su timidez.

“Cuando supe lo que tenía le pregunté a mi madre que por qué a mí, porque con toda la gente mala que hay en el mundo, yo no soy tan mala”, reconoce Sarah, que añade a continuación con la mirada de alguien que ha renacido: “mis prioridades ahora han cambiado, ya no me quejo porque me salga una heridita de nada”. 

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