Las tres formaciones que apostaron por huir de las alianzas y plantar cara a los todopoderosos Partido Socialista (PS) y Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha), lograron los mayores aumentos relativos de votos.
Los analistas de la prensa lusa consideran que ese trío, el marxista Bloque de Izquierda (BI), la coalición de comunistas y verdes (CDU) y el conservador Centro Democrático Social-Partido Popular (CDS-PP), se ha visto favorecido por la pérdida de votos del socialismo, que ganó las elecciones con el 36,5% de votos.
A falta de que se asignen cuatro escaños al voto de la emigración lusa en el exterior, el PS baja a 96 diputados desde los 121 que había logrado en 2005, y el PSD aumenta 3, hasta 78.
Pero las tres formaciones más pequeñas aumentan juntas un total de 18 diputados y serán aliados imprescindibles para que salga adelante el Gobierno que quieren formar los socialistas u otro hipotético de sus rivales socialdemócratas.
La formación que más creció en las elecciones fue el democristiano CDS-PP, capitaneado por Paulo Portas, que ha ganado nueve diputados hasta colocarse en 21. Portas está tan satisfecho por su victoria como por el hecho de que “el pueblo –subrayó– ha acabado con la mayoría absoluta” del primer ministro socialista José Sócrates al quitarle más de 500.000 votos.