Sevilla ha sido seleccionada como una de las ciudades del mundo que participarán en un proyecto pionero impulsado por la Fundación Ellen Macarthur de fomento de la economía circular en los alimentos. Se trata de una estrategia de colaboración público-privada a la que se ha accedido gracias a un marco de colaboración entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Confederación de Empresarios de Sevilla y que se desarrollará durante los próximos años.
La candidatura de Sevilla ha sido escogida junto a otras nueve ciudades participantes en este proyecto de implementación de una estrategia de impulso de la economía circular en los alimentos junto a las ciudades de Barcelona, Almere, Lisboa, Milán, Oporto, Rio de Janeiro, Salvador, Toronto y Torres Vedras. Además habrá tres capitales emblemáticas que serán objeto de una iniciativa específica durante tres años: Londres, Sao Paolo y Nueva York.
Además de las ciudades, también participarán en este proyecto de una de las principales fundaciones en materia de economía circular a nivel mundial grandes empresas de alimentación como Danone, Mizkan, Nestlé, Novamont, Veolia, y Yara con el objetivo de poner en marcha estrategias de economía circular que den respuesta a los problemas del modelo de gestión de la alimentación en estos momentos.
De acuerdo con el informe realizado por esta misma fundación titulado ‘Ciudades y la economía circular de la alimentación’, con una estrategia adecuada se pueden reducir las emisiones de CO2 en 4,3 billones de toneladas, lo que es equivalente a retirar de la circulación un billón de coches. En esta línea, las ciudades desarrollan un papel fundamental en la reducción de la comida que se pierde, así como en el fomento del reciclaje.
El proyecto que se pone ahora en marcha ha estado precedido de un año de análisis y estudios previos y fue presentado en la cumbre mundial del Foro de Davos de enero de 2019. Durante los próximos tres años, la Fundación junto a las grandes empresas y ciudades que formen parte del proyecto establecerá una estrategia y medidas que garanticen un sistema de alimentación que cumpla los principios de la economía circular.