Todo tipo de piel necesita cuidados, a través de los cuales no solo se puede prevenir o retrasar su envejecimiento, sino que además conservan su salud, para ello, es vital que la piel este hidratada y protegida de influencias externas y que este cuidado se mantenga durante todo el día e incluso la noche.
El cuidado de la piel requiere mucha atención en el cotidiano, y esto no es en vano, ya que se trata del órgano más extenso del cuerpo que tiene múltiples funciones esenciales. Actúa como barrera protectora que nos aísla del medio que nos rodea protegiéndonos, al tiempo que actúa como un sistema de comunicación con el entorno. Pero no sólo eso, también es nuestra carta de visita, ya que deja ver rasgos relacionados con nuestra edad y salud. Los blogs sobre la salud como Vitamundo también destacan la importancia de la piel para la salud general.
Una de las zonas de la piel con mayor relevancia en cuanto a su cuidado y que además es una de las más expuestas a influencias externas es el rostro, ya que es la que comúnmente se encuentra más expuesta a los rayos solares. Las exposiciones de la piel a los rayos solares tienen efectos en el proceso de envejecimiento de la piel, además conlleva algunos riesgos asociados en la salud de la piel.
Es fundamental mantener una hidratación adecuada durante el cuidado y por supuesto alimentarse de forma sana, en complemento con productos diseñados especialmente para mantener la piel en condiciones óptimas.
Los componentes de las cremas
Además de la protección solar, hay diferentes componentes que benefician el cuidado de la piel, estos componentes principalmente se concentran en antioxidantes, de origen vegetal, o de síntesis química. Estos antioxidantes previenen el envejecimiento que se produce por el estrés oxidativo de la piel, además es importante el uso de retinoides, ya que estas son las moléculas antienvejecimiento más eficientes en el cuidado de la piel y alfa-hidroxiácidos, los cuales ejercen una acción hidratante, exfoliante, regeneradora, y despigmentante. A pesar de esos tres componentes principales se han ido incorporando sustancias que con sustento científico han demostrado sus beneficios en el cuidado de la piel.
En el mercado existe una importante diversidad de cremas que proporcionan múltiples beneficios en el cuidado de la piel, cremas hidratantes, protectores o filtros y bloqueadores solares, lociones crema, talcos y polvos, tónicos faciales, maquillaje, entre muchas otras.
Comúnmente las cremas se separan en dos familias.
- Cremas nutritivas, este tipo de cremas tienen la capacidad de aportar lípidos al pie, (grasa orgánica con alto valor energético para la piel)
- Cremas hidratantes, que son las propicias para favorecer y recuperar la hidratación de la piel, esta indispensable para proteger de agentes externos que pueden alterar la salud de la piel
De todos modos, la mayoría de las cremas están especialmente diseñadas para aportar los componentes necesarios y para mantener la sana nutrición de la piel. En este proceso de absorción que adopta la piel al colocarle una crema, esta tiene la capacidad de seleccionar aquellas sustancias que le regeneran, conservan y reparan los tejidos de la piel y además, separa y se deshace de aquellos componentes que no brindan o aportan valor.
La eficiencia del proceso de absorción será más o menos efectiva dependiendo principalmente de la hidratación de la piel. Por ejemplo, una piel bien hidratada tiene mayor capacidad de absorción de nutrientes que una piel que no se encuentra hidratada de manera adecuada.
Al fin y al cabo las cremas actúan como complemento indispensable para la protección y salud de la piel aportando múltiples beneficios como es el caso de:
- Brindar y mantener la elasticidad de la piel.
- Aporta suavidad y luminosidad
- Atenúan o retrasan la aparición de las molestas líneas de expresión o arrugas
- Mantienen el nivel de hidratación de la piel.
- Protegen la piel de influencias externas que afectan su salud, como lo es el sol, viento o el frío.
