Hasta 200 euros de multa por acceder con un vehículo no autorizado a las plazas de Fray Félix y San Francisco. A partir de hoy estas zonas de la ciudad estarán vigiladas por cámaras para controlar a aquellos conductores que infrinjan la señalización vertical existente de circulación prohibida. Este parece, sin duda, un paso más hacia la peatonalización, ya que comienza a privar el derecho a los espacios públicos de los víandantes por encima de los coches. El Ayuntamiento ha expuesto su interés en conseguir en la ciudad “un satisfactorio reparto de espacios entre vehículos y personas y un aumento en la seguridad vial. Por dicho motivo se está implantando este método de control y de disciplina del tráfico”.
Sin embargo, desde la Asociación de Peatones La Zancada considera que no es la forma más adecuada ni las medidas correctas. Antonio Luna, uno de los portavoces de esta asociación, asegura que ellos propusieron un modelo de peatonalización “más centrado en la concienciación ciudadana, mientras que esta fórmula de vigilancia se basa en la sanción”. La Zancada propone un control de entrada de vehículos al centro histórico en todo el perímetro de Cádiz, evitando que cualquiera pueda acceder hasta el corazón de la ciudad.
“En otras ciudades de España el tráfico está limitado a sus centros históricos, y aquí hay un constante ir y venir de coches y motos a todas horas. El turista quiere meterse en un vehículo hasta el mismo centro y muchas veces ni siquiera saben como salir”, asevera Luna. En su opinión, esta medida puede llegar a favorecer a que dismunuya el trasiego de automóviles pero “no supone una solución real”.
“Por ejemplo, la entrada a la plaza de San Francisco está prohibida para los residentes, pero sin embargo los usuarios del hotel Francia París sí tienen permitido acceder para descargar sus pertenencias”, expone. Ocurre algo similar, según apunta, en la peatonalización de la plaza Argüelles, que al poco tiempo de estar operativa volvió a abrirse al tráfico en el caso exclusivo del autobús turístico que recorre la ciudad, ya que al no caber por los arcos de San Carlos debe dar la vuelta cruzando la plaza. Y en este punto entra en juego una nueva cuestión. “¿Cómo es capaz el turismo de modificar lo que se establece? Si esto no es una muestra de turistificación...”.
Las grandes ciudades están optando por la peatonalización, lo que supone una labor de concienciación a la ciudadanía para que descubran los beneficios tanto para la calidad de vida como para la salud que esto conlleva. Desde La Zancada siguen animando al Ayuntamiento “a trabajar por un modelo que realmente suponga un avance en esta dirección y que no se base en el castigo mediante la sanción”, apuntan.
