El alcalde ya está otra vez en la cuestión mediática sobre la taponadura de la bocana del río Guadiaro y ya lleva varios años con el mismo problema y las mismas discusiones, haciéndose la víctima de una u otra Administración, del gobierno Central con la competencia de Costas o de la Junta de Andalucía con la competencia de medioambiente.
Hasta ahora, aunque las Administraciones se echaban la pelota una u otra, el alcalde a pies juntillas declaraba y se acercaba a hacerse fotos a la desembocadura del río Guadiaro, para hacer su mitin contra el gobierno del PP y al final, por la presión de los vecinos y los ecologistas procedía a la apertura de la desembocadura con los medios municipales y así se quedaba, yo creo que con la esperanza de que al siguiente año, ocurriese lo mismo y así hace su numerito mediático.
Desde el PIVG, siempre apoyaremos cualquier iniciativa encaminada a defender los intereses de San roque frente a otras Administraciones.
Llevamos años ocurriendo lo mismo y este alcalde ni actúa para que las Administraciones resuelvan el problema de fondo, ni reclama los gastos que producen a los sanroqueños, que se paga de su presupuesto y lo que está muy claro es que la competencia, no es municipal.
Invitamos a que el alcalde en vez de solo quejarse en los medios de comunicación, en primer lugar actúe con la mayor de las diligencias, supongo que ya habrá puesto en conocimiento a las administraciones competentes y como hacía antes en primer lugar haya solicitado la intervención del Delegado del gobierno central y si no tiene respuesta positiva, solicitar por urgencia los permisos para actuar el ayuntamiento, ya que dispone de una partida presupuestaria de contingencias para imprevistos, como éste.
No debe quedarse en las declaraciones mediáticas diciendo que ya a los sanroqueños les ha costado más de 100.000 euros. Lo que debe de hacer es poner un contencioso a las Administraciones que anden discutiendo sus competencias como ha declarado y reclamar esos gastos para que vuelva el dinero a las arcas municipales y por otra parte no quedarse como cada año, inmóvil una vez que se abre la bocana del rio, sin exigir una solución que no tenga que ocurrir todos los años de escasez de agua, el mismo problema.