La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha defendido que Barcelona es "una ciudad segura en términos generales, pero tiene problemas específicos" de seguridad, que ha centrado en los robos y en los hurtos, ante los que pide cambiar la respuesta judicial para combatir la reincidencia.
Preguntada en declaraciones a los medios por si cree que Barcelona tiene una crisis de seguridad, como dijo el teniente de alcalde Albert Batlle, Colau ha asegurado que no ha oído estas declaraciones en concreto, y ha remarcado que todo su equipo de gobierno sostiene que la ciudad es segura pero tiene problemas específicos de seguridad, como en cualquier gran ciudad.
Sobre los homicidios y apuñalamientos que se han dado las últimas semanas, ha destacado que se trata de hechos puntuales "y no hechos que se tengan que generalizar", y ha subrayado que la actuación policial les ha dado respuesta y que no habrá impunidad en ninguno de estos casos.
Colau ha resaltado que se trata de "casos esporádicos no conectados entre sí", y ha asegurado que no es una situación que se vaya a cronificar, sino que se va a revertir, tras lo que ha recordado que la Guardia Urbana ha sumado agentes y que después de verano se incorporarán más de 300 agentes de Mossos d'Esquadra a la ciudad.
Ante acusaciones de JxCat de haber estado ausente ante la situación, ha replicado que cualquier persona trabajadora tiene derecho a hacer vacaciones con sus hijos, y ha garantizado que ha estado conectada en todo momento con el equipo de gobierno, que ha estado plenamente activo, según ella.
"Supongo que JxCat no está cuestionando que, como cualquier persona trabajadora, pueda hacer unos días de vacaciones", como ha hecho cada año con sus hijos, ha dicho Colau, que ha insistido en que ha estado en contacto permanente con los tenientes de alcalde y alcaldes accidentales y que la ciudad ha estado plenamente atendida.
'TOP MANTA'
Preguntada por el 'top manta' y una actuación policial la pasada semana en que varios agentes redujeron a un vendedor, Colau ha dicho que mantienen la postura de que es un asunto social y de ocupación de la vía pública y no de seguridad: "Hay operativos disuasorios" como en el pasado mandato.
Ha afirmado que en ningún caso existe una persecución a ningún colectivo por su origen o su condición de migrante, porque Barcelona es ciudad de acogida, según ella: "Lo que hay que hacer es facilitar permisos de trabajo para que puedan regularizar su situación" y poder incorporarse al mercado laboral regular.
Lo ha dicho antes de pasear por las calles engalanadas de la Festa Major de Gràcia junto a la teniente de alcalde Laia Bonet, y ha destacado que decorarlas requiere mucho esfuerzo de los vecinos, por lo que ha pedido respetar los decorados, después de que un grupo de jóvenes dañara elementos decorativos este jueves en la plaza del Nord al considerarlos racistas.