Doña Sofía visitó la nueva sede, que también es centro de recepción de visitantes y que ha sido concebida por los arquitectos Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano como si fuera obra de un arqueólogo, es decir, excavándolo bajo tierra, como si el paso del tiempo lo hubiera mantenido oculto hasta hoy.
La Reina estuvo acompañada por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien destacó que la inauguración de la nueva sede “hace justicia al renacimiento cultural que fue el pasado Omeya” a su paso por Córdoba y que propició importantes avances en la ciencia, el pensamiento, las artes y la literatura.
Griñán dijo que este pasado omeya reflejado en Medina Azahara también contribuyó a la convivencia “en concordia” de los distintos pueblos que habitaron Córdoba hace diez siglos.
El alcalde de Córdoba, Andrés Ocaña, agradeció, por su parte, la apuesta de la Junta por proyectar en la sociedad el yacimiento mediante la construcción de esta nueva sede, una “importantísima infraestructura cultural” que va a permitir difundir “aún más” una de las “joyas patrimoniales” de la capital, Medina Azahara.
El alcalde afirmó que el nuevo edificio va a contribuir a dar una “enorme proyección” al patrimonio de Córdoba y se convertirá en “un espacio de vital importancia para la divulgación y la dinamización cultural y turística” de la ciudad. Asimismo, sirve para promover el saber, la cultura y la difusión de los valores de convivencia, diálogo y tolerancia por los que, según el alcalde, Córdoba es “universalmente conocida”.
Con 7.293 metros cuadrados construidos distribuidos en tres plantas, la nueva sede de Medina Azahara pretende facilitar la comprensión y desarrollar a todos los niveles la potencialidad del yacimiento arqueológico.
De este modo, se ha dotado al edificio de un área cultural, expositiva y didáctica, compuesta por un auditorio, una exposición permanente de 162 piezas que muestra la historia de la ciudad califal, con recursos interactivos y audiovisuales, una biblioteca y un aula didáctica.