La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Delegación de Cultura de la Junta en Córdoba ha informado favorablemente sobre el proyecto de obras de consolidación y restauración de la torre noreste y tramo de muralla del Castillo de Hornachuelos, promovido por el Ayuntamiento del municipio.
El Castillo de Hornachuelos, según ha informado la Junta, tiene la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC), por la Ley de Patrimonio Histórico Español, y está inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, contando con un entorno de protección de 50 metros en suelo urbano y 200 metros en suelo urbanizable y no urbanizable.
Las obras propuestas son continuación de otras actuaciones ya iniciadas con anterioridad. El proyecto plantea tres intervenciones principales: en la torre noreste, en el tramo de muralla entre esta torre y la del homenaje, y en el interior de esta última, en el corredor abovedado que da acceso a la plaza de armas del castillo.
En la torre noreste los trabajos iniciales de consolidación tienen como objetivo reponer las grandes pérdidas de material que debilitan la sección de la torre y que afectan a las caras norte y este.
La intervención incluye también la reconstrucción del pretil con el que se formaliza la utilización de la torre como mirador y plantea la consolidación de la zona superior de la torre noreste y la recuperación del tramo del paso de ronda adosado. En el paso de ronda, la consolidación va destinada a reponer las pérdidas de material que impiden la futura recuperación de su recorrido en este tramo.
En el presupuesto se contempla también completar con piedra original la escalera que permite el acceso a la torre desde el paso de ronda, mientras que la reconstrucción del pretil original de dicho paso de ronda queda pospuesto a una futura intervención. Se propone igualmente la limpieza y reposición de pérdidas de material con mampostería en el lienzo vertical interior y exterior del castillo.
Por último, se plantea resolver el problema puntual de filtraciones que afecta a una de las bóvedas de cañón de la puerta en recodo. El proyecto propone también un "protocolo de mantenimiento" de las zonas objeto de intervención y del resto del castillo por parte de la propiedad, a fin de garantizar una mayor perdurabilidad del sistema constructivo.
Según ha informado la Comisión de Patrimonio, las intervenciones descritas en el proyecto suponen una mejora de las condiciones de conservación del Castillo de Hornachuelos, y se realizan desde la participación multidisciplinar de arquitecto, arqueólogo y restaurador en las soluciones propuestas en el mismo.
El conjunto formado por el Castillo y Recinto Amurallado de Hornachuelos está inserto en la trama urbana de la localidad y lo compone un circuito de murallas adaptadas a la topografía accidentada del terreno.
El castillo ocupa el extremo noroccidental del recinto amurallado, por lo que es posible que sus muros norte y oeste sirvieran como cierre de la muralla en este sector, aunque no se conserva ningún resto en alzado. Esta fortificación, de origen árabe, según las investigaciones, se encuentra parcialmente oculta por las viviendas que se adosan por ambas caras de sus muros perimetrales.
Conserva prácticamente completa su mitad oriental (lienzos oriental y sur hasta la altura del adarve), lo que permite intuir su disposición original como una edificación de planta cuadrangular, con torres macizas cuadradas en las esquinas y torres en el centro de cada lienzo. Está construido con mampostería regularizada, con gruesas juntas de mortero de cal, reforzada con sillarejos en las esquinas.
La torre del homenaje, única conservada íntegramente, se sitúa en el centro del lienzo oriental, de planta cuadrada con ocho metros de lado, provista de dos estancias superpuestas. En la base se dispone el ingreso original en recodo al Castillo, mientras que la estancia superior solo es accesible desde el adarve, a través de un pasillo abovedado del que se conserva un arranque, aunque probablemente existiese otra comunicación desde el patio de armas, por medio de un vano en altura actualmente cegado.
En el interior del patio de armas se conserva el aljibe, formado por una única nave reforzada con arcos fajones que remite a una cronología del siglo XIV. Al exterior, el castillo cuenta con un antemuro realizado en sillería, con un marcado alambor en su base, y una torre circular de escasa altura. Esta construcción está inserta en una vivienda, por lo que resulta difícil de reconocer.
En general, el actual estado de ruina del castillo se debe a la pérdida de su función estratégica, el uso de su fábrica como material de acarreo, la ocupación de sus espacios interiores con estructuras domésticas y el adosamiento de distintas edificaciones sobre sus paramentos exteriores e interiores. Al margen de los problemas de conservación y los daños generados por las estructuras adosadas, estas impiden también realizar un análisis completo de lo conservado.