El Museo Arqueológico de Sevilla cierra este domingo 12 de enero por obras. La ciudad perderá durante este tiempo uno de sus espacios museísticos de referencia pero para ganar en el plazo de tres años un museo remozado. Ni son unos trabajos cualquiera ni son inesperados. Desde 2007, el Arqueológico demanda una intervención integral que dé lustre al inmeso patrimonio que atesora este museo, instalado desde 1946 en el que fuera el pabellón de Bellas Artes de la Exposición Iberoamericana de 1929, obra del arquitecto Aníbal González.
La consejera de Cultura, Patricia del Pozo, desgranó ayer los detalles de la operación, que echó a andar a finales del pasado mes de diciembre, cuando arrancaron las tareas de embalaje del millón de bienes con los que cuenta el Museo. La mayor parte de la colección arqueológica quedará depositada en el Centro Logístico del Patrimonio Cultural de La Rinconada, aunque la intención de la Consejería es que una representación de las piezas más “emblemáticas” sea expuesta en 2021 en el convento de Santa Inés, entre ellas el Tesoro del Carambolo.
El espacio expositivo es propiedad del Ministerio de Cultura, que tiene encomendada la gestión a la Junta de Andalucía. El coste de todos los trabajos es de alrededor de 25 millones, de los cuales 22 correrán a cargo del Gobierno central. El desglose de esta inversión es el que sigue: 20,7 millones de la contratación de las obras; 2,2 millones por la dirección facultativa de los trabajos; 1, 64 que aporta la Junta para el traslado de las piezas más de 300.000 euros previstos para la adecuación del antiguo convento de Santa Inés para que acoja la exposición temporal. Este presupuesto permitirá, según Del pozo, que, a partir de 2023, el Museo Arqueológico de Sevilla sea un centro “de referencia” en su ámbito.
El Gobierno andaluz está a la espera del informe favorable de la Comisión provincial de Patrimonio al proyecto que firma el arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra y de la posterior licencia municipal de obras, pasos previos para que se puede licitar el contrato de obras y que éstas pueden empezar en torno al mes de marzo o abril, según los cálculos de la consejera.
El museo cerrará pues ya sus puertas este próximo domingo durante unos tres años para acoger la “evacuación” de toda su colección y para dejar listo el edificio para el comienzo de las obras. Esta “operación de gran envergadura” implicará la movilización de 16.000 cajas homologadas, 1.000 más de madera para “las piezas más delicadas” y unos 150 portes de camión.
Historia de un proyecto
Además de las medidas de conservación que necesita el museo, las obsoletas instalaciones del recinto ni siquiera permiten exponer con plenas garantías de seguridad las piezas originales del famoso tesoro del Carambolo, descubierto en 1958 en el cerro de Camas del que toma su nombre, formado por 21 piezas de oro de 24 quilates y estrella de la colección de este espacio. En este sentido, Patricia del Pozo recordó que fue en 2007 cuando arrancaron las primeras gestiones relacionadas con el proyecto de restauración integral del Museo Arqueológico de Sevilla y la renovación de sus instalaciones expositivas, pues aunque el recinto fue sometido a actuaciones de mejora y adecuación allá por los años setenta del pasado siglo, las mismas no responden a las “necesidades” actuales. Rememoró que en 2008, la dirección del museo remitió al Ministerio de Cultura el plan museológico diseñado para la rehabilitación del antiguo pabellón de Bellas Artes y la renovación completa de las instalaciones expositivas, siendo dicho documento aprobado tanto por el Ministerio como por la Consejería de Cultura, como “base” para el concurso de ideas convocado en 2009 para la contratación del diseño de la rehabilitación.
Después de que en 2010 dicho concurso fuese resuelto en favor de la propuesta presentada por el estudio de Guillermo Vázquez Consuegra, cuyo diseño inicial implicaría obras y mejoras por un importe de aproximadamente 36 millones de euros, Patricia del Pozo desempolvó las “dificultades presupuestarias” que marcaron aquellos años, en alusión a los peores años de la crisis, la asfixia financiera y las medidas de austeridad a las que fueron sometidas las administraciones públicas. Señaló que pese a la elección de Vázquez Consuegra, la contratación de las obras “no tuvo continuidad” en los presupuestos generales del Estado (PGE).
No obstante, y según relató la consejera, en mayo del año pasado finalmente fue “recuperado” el proyecto y se encomendó a Vázquez Consuegra una “modificación” del mismo, que cuajó en la "versión definitiva" de la actuación aprobada el pasado 6 de noviembre. En el diseño final de la restauración y remodelación del Museo Arqueológico de Sevilla, eso sí, el coste estimado de los trabajos quedó fijado finalmente en unos 20,7 millones de euros frente a los 36 millones calculados para el proyecto original.
El objetivo de Del Pozo: exponer el Carambolo
El Tesoro del Carambolo, descubierto en 1958 en el cerro de Camas del que toma su nombre, está formado por 21 piezas de oro de 24 quilates. Es una pieza de incalculable valor cuya seguridad no puede garantizarse plenamente en las “obsoletas instalaciones” del Arqueológico. En este sentido, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, defendió que la intervención a la que se va a someter al edificio del Parque de María Luisa permitirá exponer de manera permanente el Tesoro del Carambolo, una vieja aspiración también de la Junta y de la ciudad. Para ello, la consejera anunció que abrirá una ronda de negociaciones con el alcalde de Sevilla, Juan Espadas.