Windows 7 “es la más rápida, segura y fácil de usar” de todas las versiones anteriores del sistema, afirmó la presidenta de Microsoft Ibérica, María Garaña, en la Casa del Hórreo, un singular edificio ubicado en lo más alto de Sietes, la localidad elegida para la presentación por la semejanza de su topónimo con la versión numérica del programa informático.
Pero es que Sietes nada tiene que ver con el número siete, sino con una traducción errónea al español del vocablo asturiano sebes, que se utiliza para referirse al cercado de las fincas, generalmente de vegetación salvaje y espinosa, según consta en algunos documentos.
Los 40 vecinos de este pequeño pueblo están convencidos de que ha sido una coincidencia numérica la que ha provocado una “revolución” en esta localidad del concejo de Villaviciosa, que desde hace varios días ha cambiado su fisonomía porque las fachadas de las casas han sido pintadas con los colores de la marca Microsoft.
Durante el pasado mes de setiembre, los habitantes del pueblo y otras 30 personas, muchas de ellas sin ningún tipo de experiencia en informática, han aprendido a manejar el programa en un centro de capacitación que permanecerá en activo vinculado a redes que lo conectan con otros 268 similares en España.
Windows 7 fue puesto ayer a la venta en todo el mundo y la multinacional espera vender en España al menos 2,5 millones de unidades para uso doméstico en un año e incrementar el volumen con la instalación del sistema en los ordenadores de empresa.
La venta de ordenadores se ha estabilizado en los últimos meses, a pesar de que las expectativas de la compañía eran a la baja, lo que “abre una ventana al optimismo” con el lanzamiento del nuevo sistema, según aseguró la presidenta de la filial española. Garaña dijo que espera que el esfuerzo realizado para la consecución de un producto de Windows 7 contribuya a revitalizar y sirva de “revulsivo” para la venta de ordenadores.
De hecho, señaló que las últimas previsiones de la compañía ya contemplan un incremento de un dos por ciento de venta de terminales en España, tras el anuncio de que el nuevo sistema operativo iba a salir al mercado.
Garaña aseguró que la principal diferencia del nuevo sistema respecto del anterior, Vista, es que además de ser “más seguro, rápido y fácil de usar” puede configurarse de manera personal como “un traje a la medida de cada usuario” y permite una adaptación rápida por el uso de pantallas táctiles.
El ratón parece estar condenado a desaparecer, puesto que la posibilidad de operar todas las funciones del ordenador con un solo dedo están hoy en día al alcance de la mano.
El Windows 7 ha sido diseñado después de tres años de investigación teniendo en cuenta las opiniones de 8 millones de personas que lo han venido utilizando de manera experimental y posibilita una compatibilidad del noventa por ciento con todo tipo de periféricos.
Otras de las características destacadas, según Garaña, son la reducción del consumo de energía en un treinta por ciento, la velocidad de arranque en sólo 30 segundos, y la posibilidad de abrir hasta 50 ventanas sin perder velocidad.
LOS USUARIOS NO SE FÍAN
El presidente de la Asociación de Internautas (AI), Víctor Domingo, alertó en declaraciones a Portaltic.es sobre el previsible “resquemor” de los usuarios ante la llegada del nuevo sistema operativo Windows 7, tras la “desesperanza” que ha supuesto para esta comunidad el anterior programa de Microsoft, Windows Vista.
“Hay cierto resquemor, sobre todo entre la gente menos experta en programas informáticos. La mayoría de los ciudadanos está esperando a ver qué es lo que pasa, cuáles son las experiencias, antes de meter cosas nuevas en el ordenador y que empeoren su funcionamiento, que fue lo que ocurrió con Vista”, explicó.
Así, Domingo se mostró “a la espera” de valorar el lanzamiento de Windows 7, puesto que con Vista “también fue una maravilla y estupendo al principio, y luego se vio que no era así”. A su entender, el anterior sistema operativo de Microsoft ha generado “desconfianza” entre los usuarios y ahora “no será fácil recuperarla” para la empresa de Bill Gates.
“No hay una gran expectación como en otras ocasiones –la presentación de Windows XP– y hasta que no se vean cosas sobre la marcha habrá calma chicha”, apuntó. Por último, criticó la utilización de testadores de productos como “conejillos de indias” por parte de algunas empresas.