El presidente del grupo municipal del Partido Popular de Cádiz, Juancho Ortiz, ha lamentado hoy que “lo más extremista de este equipo de gobierno haya tomado las riendas en la ciudad y estén practicando un verdadero escarnio con José María Pemán, un gaditano que pasó a la historia por su faceta como literato y por trabajar en su última etapa de vida por la reconciliación, la vuelta de los exiliados y la restauración democrática”.
Ortiz ha señalado que “la retirada de la simbología franquista y de exaltación del golpe o la represión no puede ampararlo todo: el busto de Pemán, como la inmensa mayoría de expresiones de reconocimiento a este gaditano ilustre, no supone exaltación alguna de un golpe militar ni de nada parecido, y Martín Vila lo sabe porque así se ha recogido en el Catálogo para la Retirada de la Simbología Franquista en la ciudad de Cádiz en el que se recoge el carácter literario del homenaje que en 1967 deriva en el busto que el escritor tiene en el Parque Genovés, por ejemplo”.
El concejal popular ha advertido que la retirada del busto de Pemán de su casa natal "incumple lo establecido en el mencionado Catálogo para la Retirada de la Simbología Franquista en la ciudad de Cádiz, donde en la ficha de ese busto se establece expresamente que dicho busto será trasladado a un contexto literario y cultural más adecuado; si el acuerdo es trasladarlo a ese contexto que figura en el catálogo no pueden retirarlo a un depósito municipal sin más. Es lo de siempre, la interpretación sectaria de alguien que se mueve por el rencor y el odio”.
Juancho Ortiz se ha mostrado muy crítico con las decisiones que se están tomando respecto a este asunto, indicando que “tenemos un problema muy grave con la forma de gestionar este asunto por parte de Martín Vila: dejar la historia de esta ciudad en manos de alguien que invita a un bilduetarra a hablar de Memoria Histórica es un suicidio para Cádiz. Tiene la ligereza de condenar a Pemán desde su sectarismo y aún no ha pedido perdón a la ciudad por traerse a darnos lecciones de memoria democrática a un tipo que se dedicaba a blanquear a ETA desde sus sillón de portavoz de Herri Batasuna en Navarra mientras mataban a su compañero de Corporación, Tomás Caballero”.
El edil popular insistió en que los gaditanos “no podemos estar a expensas de lo que se le ocurra cada día a Vila, que tiene una verdadera diarrea mental y solo intenta con estas polémicas esconder su más absoluto fracaso en la gestión municipal, el desastre que supone su trabajo diario en otras areas como el aparcamiento de la ciudad y la flojera de un alcalde y unos concejales que no hacen absolutamente nada por mejorar la vida de los gaditanos, por resolver sus problemas diarios, que es realmente lo que les importa, no este afán de confrontar y dividir”.
El presidente del PP concluyó pidiendo al equipo de gobierno que dé "marcha atrás en su política de rencor y división de la sociedad gaditana en bandos que nunca existieron en esta ciudad; el alcalde y Vila practican la memoria selectiva: tardaron diez días en cambiar de nombre a la Avenida Ramón de Carranza: se aprobó en pleno un 24 de noviembre y el 4 de diciembre se cambió la placa. Sin embargo llevan desde el 30 de junio de 2017, van para tres años, sin cumplir el acuerdo para dar nombre a una calle con Miguel Ángel Blanco, tan solo porque era concejal del Partido Popular, les da igual que se haya convertido en un símbolo de la lucha contra ETA y de la unión de toda España contra la barbarie”.