Día sí, día también, la ministra Maria Jesús Montero recibe un aluvión de críticas, no por su labor. No. Se la descalifica por su acento, algo natural entre los mesenterios que ven con ojos de asco el ceceo y el seseo pero a los que se les cae la baba cuando escuchan Valladoliz, “ej que” u otras maravillas del castellano del mismo porte.
Habría que recordarles a esa panda de analfabetos funcionales que el andaluz, a pesar de no tener el calificativo de lengua o idioma, es sin duda la variedad del castellano más avanzada, vive en constante evolución y posee una riqueza de matices y variedades que lo convierten en mucho más que un simple acento.
Pero ellos no la entienden. La califican de paleta, cateta y otros calificativos muy propios de los que se consideran el centro del universo peninsular. Particularmente, no sé lo que más les jode: si es que es por ser una ministra andaluza y llevar a gala serlo sin esconder su acento, o el hecho de que les cueste entenderla. Si es lo primero, lo siento, pero es lo que hay. Si es por lo segundo, lean un poco a un Juan Ramón Jimenez, un andaluz con un premiucho de un tal Alfred Nobel, y así van afinando el oído.
Aunque, pensándolo bien, creo que es un fallo de capacidad neuronal o de comprensión lectora. Porque, mientras aquí nos aguantamos las ganas de playa, de arena, de paseos al solecito y cañas con los amigos, aunque tengamos la playa a tiro de piedra, y muchas veces, cuando bajamos a comprar el pan durante el confinamiento, el aire nos traiga el aroma salado del salitre. Porque entendemos las leyes. Porque empatizamos con el vecino. Sin embargo tú, mesetario adinerado de familia bien y mejor barrio, no puedes remediar meter tu sacrosanta bolsa escrótica en el coche, hacer 500 kilómetros y traernos tus miasmas pegadas a la piel, para pasar la Semana Santa en tu apartamento en primera linea de playa. Como si pudieras disfrutarla, como si tú, por nacer en Madriz, pudieras hacer lo que te salga de las narices y tomarnos como tu patio de recreo, tu jardín privado, ese rinconcito al que vienes a dejar caer tu limosna de capitolino en nuestros negocios.
Si los hay que acusan al Gobierno de asesino, ¿qué tipo de criminal eres tú, poniéndonos a todos en peligro a sabiendas?
#QueTeQuedesEnTuJodidaCasa