La Universidad de Sevilla abre el próximo 18 de mayo y hasta el 29 del mismo mes el plazo para que los estudiantes que así lo deseen anulen matrículas de asignaturas anuales y del segundo cuatrimestre del curso tanto en titulaciones de grado como de máster. Si hacen la anulación de parte de su matrícula, la Universidad recuerda en una resolución rectoral de ayer 13 de mayo que ésta será “definitiva y no podrá ser objeto de rehabilitación posterior”.
El Rectorado plantea seis criterios a los que se pueden acoger los estudiantes que quieran anular parcialmente su matrícula. En primer lugar, si son asignaturas del Trabajo Fin de Grado o Máster, así como prácticas externas; asignaturas que aun habiendo pasado íntegramente o con alguna adaptación a la modalidad online no hayan podido ser cursadas por “imposibilidad material o tecnológica”; materias que “no se están impartiendo o han tenido serias dificultades para cumplir la programación (el Rectorado ha cifrado en un 0,3% el total de asignaturas que están en este último grupo); estudiantes de movilidad (Erasmus) que “por fuerza mayor, hayan renunciado a la movilidad y no haya sido posible su adaptación a otras materias”; por circunstancias sobrevenidas de carácter social o económico debidamente justificadas; y, por último, en caso de que durante la celebración de los exámenes finales, el estudiante se encuentre con un problema técnico que le impida la realización del mismo. En este caso concreto, el plazo para anular la matrícula se abrirá el 15 de junio y se cerrará el 30 del mismo mes.
El estudiante que quiera anular matrícula y que sea becario del Ministerio de Educación tendrá que tener muy en cuenta esta última condición, porque “la regla general en caso de abandono de estudios será la procedencia del reintegro de la beca concedida”, recuerda el Gobierno en el documento ‘Instrucciones para la gestión de los reintegros de becas y ayudas al estudio correspondientes al curso 2019/2020’. Por tanto, el Ministerio ha publicado las directrices que tendrá que tener en cuenta para no perder la beca. Si la anulación fuera “voluntaria”, “se considerará reducción del número de créditos matriculados” y se procederá a la revocación de la ayuda. Si la anulación es “como consecuencia del estado de alarma, siempre que la Universidad no hubiera ofrecido alguna alternativa para su realización”, la anulación de la matrícula no computará como una reducción de créditos.
Los créditos de asignaturas de segundo semestre o de curso completo que no hayan podido ser evaluadas al becario “no se tendrán en cuenta para el cálculo” del global superado, que es la base de la concesión de la ayuda. En el caso de las asignaturas suspendidas del primer trimestre que no hayan podido ser objeto de evaluación extraordinaria, el “porcentaje de créditos superados se calculará sobre el número de créditos efectivamente evaluados”.
Por último, en el caso de los alumnos de movilidad internacional, “se descontarán aquellas asignaturas que no hayan podido ser evaluadas en el país de destino como consecuencia de las medidas preventivas del COVID 19, salvo que hubieran sido sustituidas y evaluadas por otras asignaturas diferentes en la universidad de origen”.
