La Fiscalía de Sevilla pide 18 meses de cárcel para un hombre que acumulaba en una finca de Bormujos (Sevilla) a numerosos animales en situación "lamentable", sin comida ni agua, entre ellos un caballo muerto que estaba parcialmente devorado por los perros.
Los agentes de la Guardia Civil y los veterinarios que se personaron en la finca Peralta de Bormujos comprobaron que el acusado trataba a los animales "con total desprecio a la vida e integridad", subraya la Fiscalía de Medioambiente en el escrito en el que pide la apertura del juicio oral contra Ángel H.R., de 68 años, al que ha tenido acceso Efe.
En la finca había perros, burros, borregos, chivos y caballos en mal estado, con falta de alimentos, de agua y de saneo, así como algunos equinos en avanzado estado de desnutrición junto a otros que había fallecido y estaban completamente descompuestos, y a uno de ellos se le tuvo que sacrificar por las heridas irreversibles que sufría.
Las instalaciones en las que estaban los animales eran "totalmente" inadecuadas, con gran cantidad de estiércol acumulado, falta de limpieza y de residuos esparcidos por el suelo, como neumáticos, hierros oxidados y chapas con óxido, así como "sin rastro de agua o pienso disponible".
Dos perros y una cabra fallecieron a pesar de que fueron trasladados a otras instalaciones adecuadas por las enfermedades que contrajeron, como parvovirus o leishmanía, y los que se curaron sufren secuelas psicológicas y con problemas para relacionarse con las personas.
La Fiscalía acusa al hombre de un delito continuado relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos y le pide 18 años de prisión así como inhabilitación especial durante cuatro años para profesión, oficio o comercio relacionado con animales y para su tenencia.
Además, pide que indemnice al Ayuntamiento de Bormujos o a las entidades que se han hecho cargo de los animales con las cantidades que han gastado para recuperarlos o para los gastos por sus muertes.