Francisco Oliva opta a ocupar el cargo del rector saliente de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán, a partir del próximo 12 de noviembre, cuando se han convocado finalmente las elecciones al Rectorado. Este catedrático de Derecho Civil entiende que la pandemia ha venido a “acelerar la transformación pendiente” en la institución y que, por tanto, a corto y medio plazo lo que corresponde es “introducir la tecnología en la formación presencial, pensando siempre en las personas”. “La transformación digital ha venido para quedarse pero tiene que ser paulatina”, subraya, insistiendo en que el debate “no es si presencialidad sí o no. Se trata de garantizar la prestación de la docencia con la máxima calidad y seguridad”. Oliva defiende que “si para la UE la digitalización y la sostenibilidad son elementos claves para la recuperación, está clarísimo que las administraciones deben liberar los fondos que sean necesarios para que la Universidad pueda ayudar a esa recuperación”.
El programa electoral que defenderá en una campaña atípica recoge un apartado concreto sobre cómo adaptar la Universidad a las circunstancias de la pandemia y se resumen en la obligación de “garantizar la prestación de la docencia de calidad con la máxima seguridad y el apoyo necesario para que nadie se quede atrás".
El precandidato a rector de la UPO (el plazo para formalizar las candidaturas se abre el 22 de octubre) hace suya la reclamación histórica de la universidad de más financiación. “En el nuevo marco, reivindicaremos que se tenga en cuenta la singularidad de la UPO”, apostilla. Este elemento es capital para el otro reto pendiente: mejorar la plantilla para “evitar la descapitalización”.
En materia de infraestructuras, la candidatura que encabeza este catedrático de Derecho Civil plantea la construcción de un campus sostenible y saludable. Para lo primero, propone un proyecto piloto de instalación de placas solares para lograr un campus “carbón neutral”, así como un plan de peatonalización del campus y la plantación de más árboles. Igualmente, plantea la construcción de un edificio multifuncional (aulas, despachos y laboratorios) y una piscina como nuevo equipamiento deportivo.
Sobre el proceso electoral
Oliva reconoce la “preocupación” por el hecho de que el proceso electoral coincida en medio de una pandemia que tiene al campus al ralentí en cuanto a presencia física de profesores, estudiantes y personal de administración y servicios. No obstante, asegura que hará “todo lo posible para el proyecto llegue a la mayor cantidad de personas posible”. Tras su candidatura, un equipo "paritario" y un programa con el que, asegura, dar el “salto cualitativo” en la Pablo de Olavide.