Uralde explicó que, además de apostar por la continuidad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), Miguel Sebastián se ha caracterizado por defender una política energética “contradictoria” con su “militancia” en Greenpeace.
“Sólo hay que echar un vistazo a otras políticas del Ministerio como las subvenciones a la quema del carbón”, que son “algo así” como premiar al que contamina, criticó.
Por el contrario, subrayó López de Uralde, “Greenpeace es, desde su fundación en 1971, una organización antinuclear y una organización coherente con sus planteamientos y posiciones. Así que, tal vez es el ministro el que ha cambiado sus planteamientos”.
De hecho, frente al actual modelo de “producción ilimitada y siempre creciente”, Greenpeace defiende un modelo energético basado en el consumo eficiente de energía o el desarrollo de las renovables.