El coste por hora trabajada aumentó un 2,5% en el tercer trimestre respecto al mismo periodo de 2019, moderando su crecimiento en más de cinco puntos respecto al trimestre anterior, debido a que las horas trabajadas bajaron menos por la finalización del estado de alarma.
De hecho, en comparación con el trimestre anterior, el número de horas trabajadas aumenta pese a que el tercer trimestre, que coincide con los meses de verano, es un periodo típicamente vacacional, según los datos provisionales del Índice de Coste Laboral Armonizado (ICLA) publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por componentes, el coste salarial se incrementó un 2,3% en relación al tercer trimestre de 2019, en tanto que los otros costes avanzaron un 2,8%. El coste laboral, excluyendo pagos extraordinarios y atrasos, creció un 2,5% interanual en el tercer trimestre de 2020.
Eliminando los efectos estacionales y de calendario, el coste laboral por hora trabajada avanzó un 2,9% en el tercer trimestre en relación al mismo periodo de 2019, en contraste con el crecimiento anual de más del 8% que experimentó en el trimestre anterior.
Con este repunte, se encadenan 13 trimestres de tasas positivas en la serie corregida.
En tasa trimestral (tercer trimestre sobre segundo trimestre), el coste laboral por hora trabajada se desplomó un 4,3% en la serie corregida de efectos estacionales y de calendario, registrando su primer descenso trimestral desde el arranque de 2018.
Sin tener en cuenta ambos efectos, el coste laboral bajó un 1,4% entre julio y septiembre de este año debido, fundamentalmente, al menor número de horas trabajadas por el periodo vacacional en relación al segundo trimestre.