Los barcos de la primera vuelta al mundo y la unión con Asia amarran de nuevo en Sevilla

El muelle de las Delicias de Sevilla reúne a las réplicas de los barcos históricos Victoria, que dio la primera vuelta al mundo hace casi 500 años, y el galeón Andalucía, que durante más de tres siglos unió España con América y Asia.

Ambos barcos, que pueden ser visitados por el público de viernes a domingo entre el 22 de enero y el 28 de febrero, se han reunido en Sevilla para conmemorar el quinto centenario de la primera vuelta al mundo (2019-2022).

Se trata de los navíos más emblemáticos de la historia de Sevilla, en los siglos en los que la ciudad andaluza fue puerto de Indias y en los que las flotas de naos y galeones que surcaban los grandes océanos llenaban el paisaje de su río con sus grandes palos y vergas, ha subrayado la Fundación Nao Victoria, que gestiona ambos barcos.

La nao Victoria es la réplica del barco protagonista de la primera vuelta al mundo durante una expedición de tres años entre 1519- 1522, tiene 26 metros de eslora y siete de manga de pino y roble.

Sus responsables consideran que este barco es una "obra maestra de nuestra carpintería de ribera, construido con minucioso rigor histórico" y recuerdan que entre 2004 y 2006 completó su propia vuelta al mundo tras navegar 26.000 millas (48.000 kilómetros) y hacer escala en 17 países, lo que supuso la primera vez que un navío de estas características culminara una travesía semejante.

Desde entonces ha hecho giras por cientos de puertos de Estados Unidos y de Europa y ha recibido miles de visitas de personas que han podido recorrer sus cubiertas y conocer la dureza de sus maniobras y navegación así como "la fabulosa travesía que realizó rodeando el globo y las extremas condiciones de vida de sus marinos de la época".

Junto a esa embarcación, los visitantes podrán también subir a bordo del galeón Andalucía, una réplica única en el mundo de los legendarios galeones españoles que durante más de tres siglos zarparon desde el Guadalquivir, atravesaron el Atlántico y unieron España con América y Asia.

Este barco, de 55 metros de eslora y construido con iroko y pino, tiene seis cubiertas y casi mil metros cuadrados de superficie vélica en sus siete velas.

"Un museo flotante de nuestra cultura marítima que también ha recorrido ya miles de millas, difundiendo nuestra historia y participando en eventos internacionales de gran alcance", destaca la Fundación Nao Victoria.