El avance de la Covid-19 en Arcos ha sido el eje central de la reunión semanal de la Junta de Gobierno Local, que en primer lugar ha confirmado la suspensión de las competiciones deportivas organizadas por el Ayuntamiento -no afecta a la liga que disputa el Arcos C.F.-, así como el campeonato de piragüismo previsto este fin de semana en el lago. Además, se intensifica la vigilancia policial en los parques de la localidad donde suelen concentrarse personas jóvenes y también se doblan los turnos para las tareas de desinfección en espacios públicos, con trabajos en horario de tarde durante tres días en semana.
De otro lado, aunque era más que previsible, el Ayuntamiento suspende ya oficialmente las fiestas de Carnaval cuyos principales actos se habrían desarrollado hasta el 28 de febrero, entre ellos las fiestas gastronómicas de La Chicharroná, La Tortillá, El Ajo, La Berza y La Chorizá, y sobre todo los tablaos populares, el Carnavalito y la cabalgata oficial.
Fue personalmente el alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, quien presentó estas medidas que, según expresó, ponen de relieve la necesidad de seguir combatiendo el virus, en su deseo de que Arcos no alcance la tasa de 1.00o contagios, lo que obligaría al cierre total de la hostelería y la actividad no esencial. Gambín ha tenido palabras para “los irresponsables” que no cumplen las medidas de seguridad, pues de ellos también depende que la pandemia no vaya a más.