Una veintena de personas trabajan a diario en el obrador de La Cremita, en el Polígono Pelagatos de Chiclana. Cuando llegan a primera hora de la mañana, su jefe, Daniel Ramos, lo primero que hace es prepararles un café. Él lleva ya en la nave dos o tres horas organizando todo el trabajo del día. No sólo es su negocio, es también su vida y su gran pasión.
En pocos años, La Cremita se ha hecho con un hueco muy interesante entre las mejores panaderías de Andalucía y de España. El excelente trabajo de Daniel y de su equipo no ha pasado desapercibido para los grandes restaurantes de la zona.
La Cremita ha sido y es proveedor de todos los establecimientos con estrellas Michelín de la provincia. Algo tendrá el pan, como el agua, cuando lo bendicen.