Málaga capital cierrra su actividad no esencial desde este miércoles ante el incremento de contagios de coronavirus, medida que ha sido recibida con la indignación de dos sectores económicos que dejarán de abrir como son el comercio y la hostelería.
Tanto la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma) como la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos) han expresado su descontento ya que, debido al aumento de la incidencia acumulada de positivos en la enfermedad, encaran un cierre de locales sin ayudas por parte de las administraciones.
La ciudad ha superado el umbral de los 1.000 positivos por cada cien mil habitantes y sectores tan castigados por la pandemia como los referidos tendrán que paralizar su actividad a partir de la medianoche hasta que la incidencia vuelva a bajar de esa cifra.
El presidente de la Fecoma, Enrique Gil, defiende en declaraciones a Efe que las ayudas de las administraciones públicas no pueden venir en forma de retraso de los pagos, sino de exenciones, ya que, si no tienen actividad, tampoco tienen posibilidad de generar ingresos para pagar impuestos y demanda de los organismos que “dejen de pasarse la pelota” de unos a otros.
“Se han cerrado 2.000 comercios en el último año en la provincia, cada uno de ellos con 1,9 trabajadores de media”, recuerda Gil que, además, esgrime que “los ayuntamientos siempre dan datos de nuevas aperturas, pero no dicen que la mayoría de esas aperturas son de negocios que habían fracasado anteriormente”.
Advierte de que para algunas de las ayudas que se otorgan uno de los requisitos fijados es que se esté al corriente de pagos como tasas de basura y la Seguridad Social y se pregunta cómo un comerciante que pide a las administraciones ese apoyo económico puede garantizar que dispone de la liquidez que se requiere.
Enrique Gil alude a la situación de problemas que arrastraba el colectivo hasta esta nueva limitación: “Abrimos todos los días doce horas y las otras doce nos las pasamos pensando en cómo vamos a levantar las persianas mañana”.
A la lucha de esta federación de comerciantes contra la concentración del turismo en el centro de la ciudad, la competencia desleal que sufren habitualmente por quienes trabajan de forma irregular y la subida de precios de alquileres de locales se suma ahora el cierre de los establecimientos y Gil sentencia: “Antes vendíamos poco, ahora no vendemos nada”.
Por su parte, en los hosteleros “la indignación en el sector es bastante grande porque el cierre de los establecimientos no va aparejado de ningún tipo de ayuda”, ha expresado a Efe el presidente de Mahos, Javier Frutos, que insta a las administraciones a “respetarlos” y no a señalarlos como “foco de la pandemia”.
Según él, “ha quedado totalmente demostrado” que son un sector “seguro”, puesto que -asegura- el Ministerio de Sanidad refleja que solo el 3 por ciento de los contagios proceden de la hostelería, y anuncia que adoptarán medidas legales contra estas administraciones dado que "la situación es ya insostenible”.
“Hace una semana estábamos hablando de que posiblemente el 40 por ciento de los establecimientos podía cerrar”, precisa Frutos, quien explica que ayudas como las del Instituto de Crédito Oficial (ICO) “no dejan de ser un endeudamiento para las empresas”.
“La vacunación va mucho más lenta de lo que se nos dice”, afirma el representante de los hosteleros tras haber solicitado que su sector sea inmunizado tras los grupos de riesgo y los sanitarios, debido a su implicación dentro de la actividad turística.
Peticiones del alcalde
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, ha lamentado que la ciudad tenga desde este miércoles la actividad no esencial cerrada, además del cierre perimetral, tras haber superado este pasado lunes la tasa de incidencia acumulada de 1.000 casos de coronavirus por cada 100.000 habitantes en 14 días.
Así, ha vuelto a llamar a la responsabilidad de todos para frenar y bajar contagios de COVID-19, abogando por que haya un descenso de los mismos "pronto, enseguida" y de manera constante. De hecho, ha dicho que si es así pedirá a la Junta de Andalucía recuperar la actividad no esencial antes de que transcurran los 14 días establecidos por el Gobierno andaluz.
De la Torre, en una entrevista en Canal Málaga, recogida por Europa Press, ha lamentado que la ciudad tenga que cerrar actividad no esencial desde este miércoles: "Es una pena, es una noticia triste, más o menos previsible, pero siempre, yo al menos, tenía la esperanza de que reaccionáramos todos a base de evitar contagios".
También ha señalado que "no era tan difícil" conseguir no llegar a 1.000 casos por 100.000 habitantes, explicando que "con que simplemente hubiera habido siete contagios menos cada uno de estos 14 días llegábamos a tener una incidencia inferior a esos 1.000 o con tener entorno a 400 contagios, que son muchos, cada día pero hemos superado ese promedio de 400 durante 14 días, lo que supone más de 5.600 contagios" y superar así levemente la tasa de 1.000.
"Tenemos que esforzarnos en bajar pronto, espero que bajemos enseguida, porque estamos en una situación de meseta con tendencia posible a la baja y podamos argumentar ante la Junta que, si estamos enseguida debajo de 1.000, no tengamos que esperar tantos días para recuperar y tener la apertura de nuevo", ha explicado.