El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, tienen previsto reunirse esta semana para abordar las diferencias que existen actualmente en la coalición, aunque de momento no hay fecha definida para ello.
La pretensión, según han explicado fuentes de la coalición, es poder avanzar en asuntos que ahora misma están bloqueados, como las negociaciones sobre la nueva Ley de Vivienda, sobre todo en lo relativo a la regulación del precio del alquiler, o el bloqueo de la Ley Trans.
Desde las dos alas del Ejecutivo recalcan que no existe riesgo de ruptura pese a los choques suscitados y las divergencias sobre el cumplimiento del pacto de gobierno.
Los dos socios sí han mostrado unidad en lo relativo a la negociación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al negarse a aceptar el veto planteado por el PP a las propuestas de los magistrados Victoria Rosell y José Ricardo de Prada como nuevos vocales del órgano de gobierno de los jueces.
El propio Sánchez instó a los populares a rectificar en su postura y defendió, sin citar ningún nombre, el currículum de los juristas propuestos.
BAJAR DECIBELIOS
Precisamente el presidente del Gobierno aconsejó el pasado jueves a Unidas Podemos "bajar los decibelios" a la hora de afrontar las diferencias que mantienen ambos socios de coalición y ha animado a demostrar que el diálogo es la forma de fortalecer el Ejecutivo.
En este sentido, pidió "tranquilidad" y "sosiego" para desplegar las medidas previstas durante esta legislatura, mostrándose convencido de que habrá acuerdo en los proyectos de ley pendientes.
Al respecto, desde la formación morada también quiere que se reduzca el ruido sobre esas discrepancias, pero siempre en base al cumplimiento del pacto suscrito al que se comprometió el PSOE.
El portavoz de la formación morada, Pablo Echenique, había apremiado a Sánchez a debatir sobre las discrepancias en el seno del Ejecutivo para adoptar medidas "valientes y eficaces" que den cumplimiento al programa pactado en la coalición, dado que se jugaba su "futuro" en ello.
Aludía a aspectos acordados en el pacto entre PSOE y Unidas Podemos, como intervenir el mercado de alquiler para evitar subidas abusivas o derogar la reforma laboral.
Y es que Echenique ha avisado de que en los tres años de legislatura que restan, tendrán diferencias sobre materias como la Ley Trans, la regularización de personas inmigrantes, sobre el sistema de pensiones o la reforma fiscal, la libertad de expresión, la reforma del mercado eléctrico o la monarquía. A su juicio, algunas no se resolverán pero otras sí tienen fácil resolución, como cumplir el acuerdo de gobierno.
CHOQUES ENTRE LOS DOS SOCIOS
Hace dos semanas ya transcendió que el debate sobre la Ley Trans que prepara el Ministerio de Igualdad se estaba enquistando en el seno del Gobierno de coalición con el malestar de Unidas Podemos, que acusó al PSOE de haber cruzado "líneas rojas" al "bloquear" la tramitación de esta norma.
No es el único frente que tiene abierto el Ejecutivo de coalición, pues las diferencias respecto a la nueva Ley de Vivienda son también evidentes, con posiciones alejadas que hacen difícil un acuerdo inmediato.
El vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha advertido al PSOE de que es un "error tensionar" el Ejecutivo al plantear en la nueva Ley de Vivienda que se pueda "traicionar la palabra dada" e "incumplir el acuerdo" para regular los precios del alquiler en mercados tensionados.