La compañía Cepsa registró en 2020 unas pérdidas netas de 919 millones de euros como consecuencia de los efectos del coronavirus. La empresa detalló, en sus resultados económicos anuales, que 2020 "ha sido extremadamente complejo para la industria del petróleo y el gas a nivel mundial".
En concreto, Cepsa indicó que "el beneficio neto NIIF fue de 108 millones de euros negativos (919 millones de euros negativos en el ejercicio 2020), como consecuencia del efecto sin impacto en caja de la valoración de las existencias y el deterioro de los activos de 96 millones de euros (369 millones en el ejercicio 2020) y 175 millones de euros (551 millones en 2020), respectivamente".
El resultado contrasta con unas ganancias netas de 820 millones de euros en 2019. El daño se ha producido, principalmente, en el primer semestre del año.
Pese a la compleja situación provocada por la pandemia, todos los segmentos de negocio lograron alcanzar un EBITDA positivo de 1.187 millones de euros. Cabe destacar el resultado de Química, que logró un año récord, y la resiliencia mostrada por el negocio de Comercialización
La firma entregará 166 millones de euros en dividendos, lo que supone una reducción del 63% con respecto al año anterior.ç
Los dividendos pagados correspondientes al ejercicio 2020 han sido de 166 millones de euros, lo que supone un descenso del 63% frente a la magnitud pagada el año anterior.
Philippe Boisseau, consejero delegado de Cepsa: “El año 2020 ha sido extremadamente complejo para la industria del petróleo y el gas a nivel mundial. Nuestra prioridad desde el principio de la pandemia ha sido, y sigue siendo, garantizar la seguridad, la salud y la protección de todos nuestros empleados, clientes y proveedores, y mantener nuestras operaciones como proveedor de energía esencial para la sociedad. Asimismo, hemos estado centrados en estabilizar los flujos de caja, reforzando el balance y aumentando la liquidez para proteger a la compañía. Gracias a nuestro temprano enfoque en la eficiencia, el control de costes y acciones comerciales, hemos terminado el año con un flujo de caja libre positivo y una posición financiera muy sólida. Esto nos permitirá capturar las oportunidades que surjan a partir de la esperada recuperación del mercado durante 2021.
La pandemia ha actuado también como catalizador de la transición energética. En los próximos meses anunciaremos nuestra nueva estrategia, que marcará un punto de inflexión para Cepsa dando un giro verde a nuestras actividades. Estoy muy ilusionado con nuestro nuevo plan estratégico, que establecerá cómo Cepsa abordará las oportunidades que ofrece la transición energética y ampliará sus compromisos medioambientales”.
El buen comportamiento del negocio de Química, que logro un año récord, y la resiliencia mostrada por el negocio de Comercialización compensaron la caída de la actividad de las áreas de Exploración y Producción y de Refino generada por la reducción de la demanda y la bajada del precio del petróleo provocados por la COVID-19.
El flujo de caja operativo1 del ejercicio fue de 881 millones de euros, con una liberación adicional de 138 millones de euros proveniente de la variación del capital circulante, como resultado del descenso de los precios del crudo y de los productos, y de la aplicación de varias iniciativas de optimización.
Las medidas implementadas dentro del Plan de Contingencia, que se puso en marcha en abril, superaron el objetivo inicial de 500 millones de euros, consiguiendo 527 millones de euros de ahorro al final del ejercicio.
La compañía invirtió el pasado ejercicio 652 millones de euros, fundamentalmente destinados a incrementar la eficiencia de sus instalaciones industriales.
A lo largo del 2020, la empresa mejoró considerablemente su estructura de capital, reforzando su posición de liquidez y poniendo fin a los vencimientos de deuda, incluyendo dos emisiones de bonos de 500 millones cada una. En diciembre, la empresa contaba con una liquidez total1 de 4.530 millones de euros, capaces de hacer frente a casi 5 años de vencimientos de deuda y con un ratio de deuda neta a EBITDA de 2,7x2.
Cepsa asumió durante 2020 la responsabilidad de mantener su actividad esencial, asegurando el suministro energético y químico, en coordinación permanente con las distintas Autoridades.
La compañía dará a conocer su nuevo plan estratégico en los próximos meses. La nueva estrategia supondrá un giro verde en los negocios y actividades de la empresa, abordando las oportunidades de la transición energética y marcando un punto de inflexión en su trayectoria.
En el cuarto trimestre confirma la tendencia al alza iniciada por la compañía entre los meses de julio y septiembre
Cepsa registró un EBITDA de 277 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020, consolidando así la tendencia positiva que empezó durante el tercer trimestre, cuando la actividad económica comenzó a recuperarse. Mejoraron los resultados en todos los segmentos de negocio, excepto en el de Comercialización, puesto que la red de Estaciones de Servicio se vio afectada por las nuevas restricciones de movilidad.
El flujo de caja operativo durante el último trimestre del año fue de 218 millones de euros, acorde con los 224 millones de euros registrados durante el trimestre anterior; las cuatro unidades de negocio generaron un flujo de caja positivo durante este período.
El beneficio neto ajustado (Clean CCS) del trimestre se situó en 29 millones de euros negativos, frente a los 39 millones de euros registrados en el tercer trimestre de 2020, como consecuencia de mayores amortizaciones e impuestos.
Las operaciones continuaron con regularidad entre los meses de octubre y diciembre, con un incremento en la producción de hidrocarburos, mientras que el rendimiento de refino fue ligeramente inferior al del trimestre anterior, debido a la adaptación de las refinerías a la menor demanda del mercado.
El flujo de caja de las operaciones antes del capital circulante fue de 218 millones de euros durante el cuarto trimestre (881 millones de euros en el ejercicio), manteniendo así la tendencia positiva que se inició en el trimestre anterior gracias a la mejora de los resultados.
Como consecuencia de las iniciativas mencionadas, el flujo de caja durante el último trimestre se situó en 205 millones de euros, todavía por debajo de la cifra registrada en el cuarto trimestre de 2019, pero reafirmando, no obstante, la tendencia positiva que se inició en el tercer trimestre de 2020 respecto a la cifra del segundo trimestre, que fue de 87 millones de euros negativos.
Al final del trimestre, Cepsa seguía manteniendo una posición de liquidez muy sólida que ascendía a 4.530 millones de euros, con un vencimiento medio de la deuda de 4,4 años y un balance sólido. Las tres agencias de calificación reafirmaron las calificaciones de grado de inversión de Cepsa durante el primer semestre del año.
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Evolución de los negocios
En el cuarto trimestre de 2020, Cepsa registró un EBITDA de 277 millones de euros, consolidando así la tendencia positiva que se inició en el tercer trimestre, a pesar de un entorno que sigue siendo volátil. A lo largo del último trimestre, la compañía obtuvo una mejora de los resultados generales de todos los segmentos de negocio, excepto del de comercialización, que se vio afectado por las nuevas restricciones de movilidad. El EBITDA de 2020 se situó en 1.187 millones de euros.
El EBITDA de las actividades Exploración y Producción del cuarto trimestre fue de 122 millones de euros (458 millones de euros en el ejercicio 2020), con una disminución del 52 % interanual, que se vio afectado por la bajada del precio del crudo (-30% interanual) y la menor producción (-19% interanual) debido principalmente a las restricciones de cuota de la OPEP y el declino natural de los campos en Sudamérica y el Sudeste asiático. La producción participada de Cepsa durante el cuarto trimestre de 2020 ascendió a 73.000 barriles/día.
A lo largo del trimestre se observó una cierta recuperación en el negocio de Exploración y Producción, ya que los precios del crudo pasaron de 39 $/barril a principios de octubre a 50 $/barril en diciembre, y ha continuado subiendo hasta los 65 $/barril en febrero.
El EBITDA resultado bruto de explotación ajustado (Clean CCS EBITDA) de Refino se situó en 24 millones de euros negativos en el cuarto trimestre de 2020 (10 millones en el ejercicio 2020), lo que supuso una disminución del 128% interanual, ya que los márgenes de refino en Europa siguieron sufriendo una gran presión (-35% interanual) y la producción tuvo que adaptarse a la reducción de la demanda del mercado (-11% interanual). La utilización media de las refinerías se redujo al 71% en el cuarto trimestre de 2020, en comparación con el 80% del tercer trimestre de 2020, ya que dos unidades de la refinería La Rábida en Huelva estuvieron en parada de mantenimiento prolongada durante el período. Estas instalaciones están preparadas para su puesta en funcionamiento en cuanto se recupere la demanda.
Los márgenes de refino en Europa siguieron sufriendo una gran presión durante el cuarto trimestre debido a la escasa demanda causada por la COVID-19, habiéndose recuperado, no obstante, de las cifras más bajas de toda la década registradas durante el tercer trimestre. Así, el indicador del margen medio de refino de Cepsa para el cuarto trimestre se situó en 2,4 $/barril, frente a los 0,5 $/barril del tercer trimestre, lo que supone un aumento de 4,5 veces durante el período.
El negocio de Química obtuvo un EBITDA de 101 millones de euros en el cuarto trimestre de 2020 (357 millones de euros en el ejercicio 2020), lo que supuso un aumento del 68 % interanual gracias a los buenos resultados en la mejora de los márgenes de los tres segmentos de negocio. La evolución positiva del negocio de Química de Cepsa observada durante los trimestres anteriores continuó durante el cuarto, con volúmenes de venta similares a los de 2019 y fuertes márgenes en todos los segmentos de negocio.
En un entorno de mercado todavía volátil y gracias a su posición de liderazgo mundial, el negocio de Química de Cepsa siguió demostrando su resiliencia con un excelente rendimiento, registrando un año récord.
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En octubre de 2020, Cepsa fue reconocida en los Premios Europeos de Medio Ambiente por su tecnología Detal. El proyecto, ubicado en la planta química de Cepsa en Puente Mayorga, reducirá los residuos generados por la planta y mejorará su sostenibilidad mediante una drástica reducción de los niveles de emisión y del consumo de materias primas.
La inversión total de este proyecto de innovación tecnológica será de 100 millones de euros.
En el cuarto trimestre, el EBITDA del negocio de Comercialización disminuyó un 24% interanual hasta los 92 millones de euros (400 millones en el ejercicio 2020) debido a las nuevas restricciones de movilidad, que afectan especialmente a la red de Estaciones de Servicio. Los segmentos del mercado mayorista y asfaltos siguieron creciendo con fuerza gracias a la mejora de los márgenes y al aumento de las exportaciones en el caso de los asfaltos. Por su parte, los volúmenes en la red de Estaciones de Servicio fueron inferiores a un 23 % interanual, aumentaron significativamente en comparación con los niveles observados en el segundo trimestre (+51 %). Todas las Estaciones de Servicio permanecieron plenamente operativas durante el último trimestre del año.
La demanda de combustibles de automoción en España, si bien fue significativamente superior a la del segundo trimestre (+48%), en el último trimestre del año registró un ligero retroceso en comparación con los tres meses anteriores (-11%) debido al efecto estacional del periodo vacacional y al restablecimiento de las restricciones a la movilidad.
En noviembre, Cepsa e Ionity finalizaron el primer corredor de la mayor red de recarga interurbana de alta potencia de la Península Ibérica. El corredor Madrid-Barcelona, con cinco estaciones de recarga de alta potencia, permite, por primera vez, cubrir esta distancia en un vehículo eléctrico sin añadir tiempo de recarga adicional al trayecto. Cepsa e Ionity tienen previsto operar cargadores eléctricos de alta potencia en 35 estaciones de servicio de Cepsa a finales de 2021 en los principales corredores de España y Portugal.
Acontecimientos posteriores al cierre del ejercicio
La demanda de productos petrolíferos en Iberia sigue viéndose negativamente afectada por las consecuencias de la COVID-19. En enero entraron en vigor nuevas restricciones a la movilidad tanto en España como en Portugal, lo que se ha traducido en una disminución del 20% de los volúmenes de ventas del negocio de comercialización respecto a diciembre.
En enero, Cepsa llegó a un acuerdo para transferir su cartera de clientes residenciales de electricidad y gas a Podo, una empresa especializada en la comercialización de electricidad y gas a clientes residenciales. Esta operación forma parte de la revisión de activos que la compañía está llevando a cabo para centrarse en los negocios más estratégicos. Cepsa seguirá suministrando gas y electricidad 100% renovable a industrias y empresas, un negocio que representa el 97% de su comercialización total en este campo frente al 3% que representaba el negocio residencial.
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En febrero, Cepsa y Auchan llegaron a un acuerdo para la apertura de puntos de venta «My Auchan» en la red de Estaciones de Servicio de Cepsa en Portugal. El primer punto de venta ya está abierto en Ramada, en la localidad de Odivelas.
En los próximos meses la compañía espera que continúe la presión sobre los márgenes de refino en Europa y una demanda moderada de productos refinados, ya que las economías europeas, incluidas las de España y Portugal, siguen viéndose afectadas por las consecuencias de la COVID-19.
No obstante, la estructura de costes ajustada tras las iniciativas de eficiencia acometidas en 2020, el sólido balance y amplia liquidez de la compañía, y la reorganización implementada durante el pasado año para potenciar la orientación comercial y la captación de oportunidades dotan a Cepsa de una buena posición para aprovechar la esperada reapertura de la economía en 2021.