Alcalá del Valle, El Bosque, Puerto Serrano, Ubrique y Villamartín continúan desde este viernes con cierre perimetral por los contagios de Covid-19 descontrolados. La preocupación por el repunte de casos en esta cuarta ola es máxima. La delegada territorial de Salud y Familias, Isabel Paredes, mantuvo el día 16 una reunión con los alcaldes de la comarca para analizar la evolución de los brotes y coordinar actuaciones. Y el Servicio Andaluz de Salud (SAS) lleva a cabo tres nuevos cribados esta semana en Bornos, Espera y Ubrique.
Pero los ánimos están caldeados a raíz de una declaraciones de la delegada del Gobierno de la Junta en Cádiz, Ana Mestre, quien negó que la alta incidencia se deba a los desplazamientos por Semana Santa y apuntó a diversas causas, la responsabilidad personal entre ellas. Concretamente, Mestre citó el desalojo llevado por la Guardia Civil de 130 aficionados, algunos provinientes de las provincias de Málaga y Sevilla, en un reñidero de Villamartín con un aforo máximo permitido de 18, y “una excursión para 90 personas”, en referencia a Puerto Serrano.
El alcalde de la localidad, Daniel Pérez, ha lamentado que la delegada del Gobierno dé pábulo a la información difundida por el portavoz socialista en el Ayuntamiento, Miguel Ángel Carrero, a mediados de mes. “Efectivamente, había prevista una actividad para senderistas el 5 de abril con todas las medidas de precaución contempladas en la normativa pero se suspendió hasta el día 10; ante el cambio de nivel y la subida de la tasa de infectados, se canceló definitivamente”, explica. “Nunca llegó a celebrarse”, remarca.
Tampoco comparte las explicaciones de Mestre con respecto a “los contactos sociales” como detonante de la crisis que atraviesa el pueblo, que ha llegado a superar los 4.000 casos por cada 100.000 habitantes, aunque este viernes logró situarse por debajo de los 3.000, y otras cuatro localidades de la comarca. “No se ha registrado una mayor movilidad durante la Semana Santa en la Sierra que en la costa de Cádiz”, asegura, “ni tampoco somos aquí cinco veces más irresponsables que en cualquier lugar de la provincia”.
Pérez considera que los positivos se han disparado por cuestiones puramente médicas. Hasta ahora, de diez contactos estrechos de un positivo, se contagiaba uno; ahora se registran muchos más. “Sea cosa de la carga viral o de la variante, la cuestión está en que la virulencia del coronavirus no tiene precedentes”, lamenta. E insiste: “Lo puede corroborar otros municipios, no se trata tanto de la laxitud de las normas y su cumplimiento como de la contagiosidad actual”.
Por otro lado, al menos en Puerto Serrano, y se aventura a plantear que también en Alcalá del Valle, la movilidad laboral asociada a las campañas agrícolas en curso, habas, melones o remolacha, influyen igualmente.
“Como administración local, repartimos equipos de protección individual individual, llevamos a cabo desinfección de las vías públicas y colaboramos con Gobierno y Junta, pero hacen falta más agentes de la Guardia Civil para el control de las normas, más recursos humanos en el consultorio y vacunas”, explica respecto a cómo afrontar el golpe. Este sábado, el canal oficial del Ayuntamiento en Facebook ha iniciado una campaña de sensibilización protagonizada por afectados por el Covid apelando a la prudencia.
