El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió un 1,2% en abril en relación al mes anterior y situó su tasa interanual en el 2,2%, nueve décimas por encima de la de marzo (1,3%), según los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que confirman los avanzados a finales del mes pasado.
Con este repunte, con el que el IPC anual encadena su cuarta tasa positiva consecutiva, la inflación escala a niveles desconocidos desde hace más de dos años. De hecho, no se alcanzaba una tasa de IPC tan elevada desde octubre de 2018, cuando se situó en el 2,3%.
Al fuerte incremento de los precios en abril ha contribuido, principalmente, el encarecimiento de la electricidad y el mantenimiento de los precios de los carburantes, en contraste con las bajadas de abril de 2020. Por contra, en abril se abarataron las frutas y los paquetes turísticos.
En tasa mensual (abril sobre marzo), el IPC se disparó un 1,2%, su mayor repunte mensual en nueve años, en concreto desde abril de 2012.
Por su parte, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) situó su tasa interanual en abril en el 0,0%, tres décimas menos que en marzo y tasa más de 2 puntos inferior al índice general. Se trata de la mayor brecha entre la subyacente y la tasa general desde agosto de 1986.
En el cuarto mes de 2021, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) aumentó su tasa interanual ocho décimas, hasta el 2%, mientras que subió un 1,1% en tasa mensual.