Según la OMS, las vacunas son preparaciones destinadas a generar inmunidad, es decir, protegernos, contra una enfermedad estimulando la producción de anticuerpos. Las vacunas han salvado millones de vidas desde su aparición hace más de 200 años pero su innegable éxito alimenta las dudas del, cada vez más potente, movimiento antivacunas.
"Las dudas y rechazo al gobierno, la cada vez más escasa cultura científica y la seguridad que nos ofrece su propia eficacia, alimentan las dudas del movimiento antivacunas"Según la biblioteca médica nacional, en 1796, el investigador Edward Jenner descubrió la primera vacuna contra la viruela y a partir de ahí fueron surgiendo otras vacunas como las de la Polio, Sarampión, Difteria o la famosa, esperada y polémica vacuna contra la COVID-19.
Hasta esta última pandemia, el desarrollo de una vacuna era un proceso largo y complejo que a menudo llegaba a tardar entre 10 a 30 años. Sin embargo, los avances de la ciencia, el esfuerzo internacional conjunto y la flexibilidad en los trámites burocráticos han permitido que la primera vacuna contra la COVID-19, la desarrollada por Pfizer y BioNtech, haya sido una realidad en el asombroso plazo de 10 meses, algo sin precedentes hasta ahora en la historia de la ciencia.
La campaña de vacunación en nuestro país, avanza lenta y de forma controvertida. Las dudas en la población, fruto de un gran desconocimiento de la realidad de la ciencia y de las nefastas campañas de publicidad que están haciendo algunos medios, son grandes. Las decisiones de nuestros políticos, que han convertido la pandemia en una interminable campaña política, tampoco ayudan. Según el último informe del Ministerio de Sanidad fechado el 12 de mayo de 2021, el número de personas con pauta completa registrada supera la cifra de las 6.500.000 personas vacunadas.
Actualmente se están administrando las siguientes vacunas:
- Moderna: Esta vacuna demostró tener una efectividad del 94,1% Se inyectan 2 dosis con 28 días de diferencia. Se administra a personas de 18 años o más. Presenta efectos secundarios como: Cansancio, dolor de cabeza, dolor muscular, escalofríos, fiebre, y nauseas.
- AstraZeneca: La vacuna británica ha demostrado proteger entre un 60% y 90% de eficacia ante el virus. En febrero de este año surge la duda sobre su seguridad. En Marbella, una maestra de 40 años falleció una semana después de inyectarse la vacuna. La noticia se expandió como la pólvora y, todo el mundo comenzó a mostrar inseguridad ante esta vacuna. Sin embargo, la autópsia posterior demostró que la causa de muerte no era la vacuna. Aparte de dolor abdominal y posibles dolores neurológicos, un posible efecto secundario es la aparición de trombos en la sangre con una probabilidad real demasiado baja como para dudar de su eficacia.
- Pfizer: Tiene una eficacia de un 100% en personas mayores. Esta vacuna tiene dos dosis durante 21 dias. Provoca fatiga, fiebre e hinchazón entre otros efectos secundarios.
- Janssen: Tiene una eficacia del 76,7% después de 2 semanas. Se administra una única dosis. Los efectos secundarios suelen aparecer a los 2 días y consisten en nauseas, fiebre, cansancio y escalofríos.
Es importante dejar claro que no existen vacunas buenas o malas. Como cualquier medicamento las vacunas tienen sus efectos adversos, sin embargo, todas han superado un estricto protocolo de seguridad y si se permite su administración es porque el riesgo de manifestarlos es bajo.
Las que no son bajas son las cifras reales de la pandemia. Debido a la COVID-19 han fallecido más de 3 millones de personas en todo el mundo y en España ya han fallecido 79.208 personas aproximadamente, esta cifra sigue aumentando diariamente.
Aunque el anterior ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha llevado tiempo asegurando que la inmunidad de rebaño “se alcanzará a finales de verano” los expertos han retrasado esta fecha indicando que esta situación de seguridad no se alcanzará en 2021. Esta inmunidad general solo se alcanzará cuando esté vacunado el 70% de la población.
En España las vacunas ya han demostrado su eficacia, al comprobarse como han disminuido en un 95% los contagios en residencias de mayores tras la vacunación masiva de este colectivo.
Si bien es cierto que, como cualquier medicamento, las vacunas tienen efectos adversos, tienen más beneficios que perjuicios. Los efectos secundarios ocurren solo en casos puntuales por lo que la realidad no da pie a debates.
Si no nos vacunamos no podremos volver a nuestra forma de vida anterior a la pandemia, como ya ocurre en Israel o Gibraltar, que ya han podido prescindir de las mascarillas gracias a la vacunación masiva. Mientras que haya gente sin vacunar, que duda de las vacunas o genere el debate, el virus seguirá circulando entre nosotros y matando a más personas.
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Alumnado del IES Los Molinos participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión ha sido redactado por las alumnas Isabel Pozo y Cristina Sánchez de 1º ESO A.