La Policía Nacional ha detenido en La Rioja a E.T., de 65 años, conocido como el 'Rey del Gásoleo' y sobre el que pesaban dos órdenes de busca y captura para cumplir los 12 años de cárcel a los que fue condenado por un fraude masivo cometido desde su centro de operaciones situado en el polígono industrial de Cantoria (Almería).
E.T. se encontraba alojado en un hotel de la capital logroñesa y fue durante un control rutinario cuando los agentes descubrieron su identidad y que estaba requerido por los el Juzgado de Instrucción 3 de Madrid y por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 3 de Huercal- Overa.
El conocido como 'Rey del Gasoléo' fue condenado a 12 años de prisión y al pago de multas que superan los 7,7 millones de euros más el abono de una deuda con la Agencia Tributaria por encima de los 3,3 millones con los intereses de demora.
Vendió a grandes empresas de transporte por carretera de dentro y fuera de la provincia de Almeria más de tres millones de litros de gasóleo A sin pagar el impuesto especial sobre hidrocarburos mediante "una formidable ingeniería financiera" basada en cientos de transacciones entre sociedades, la mayoría inexistentes o sin actividad real, que fueron desactivadas con todo su entramado delictivo.
Fue condenado a 21 meses de cárcel por un delito continuado de falsedad en documento mercantil y a otros diez años de prisión por los cuatros delitos contra la hacienda pública, además de tener que afrontar indemnizaciones que superaban los diez millones de euros.
Con anterioridad, el Juzgado de lo Penal 1 de Almería le condenó por un delito de contrabando por la fingida exportación de 45.000 kilos de azúcar a Marruecos, tras obtener una subvención de la Unión Europea, cuando lo enviado fue polvo de mármol.
Fue detenido en la Operación Toleum, desarrollada por la Guardia Civil y la Agencia Tributaria, junto con otras 22 personas de nueve provincias que se dedicaban a transformar con sustancias químicas el gasóleo bonificado (tipo B y C), usado en maquinaria agrícola y calefacción, en gasóleo ordinario para su venta en estaciones de servicio no franquiciadas y empresas de transporte con un pingüe beneficio a costa de lo que dejaba de ingresar en las arcas públicas.
La actuación puso al descubierto una compleja maquinaria de evasión de tributos que superó los cuatro millones de euros incurriendo en delitos contra la hacienda pública, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales, consistente en adulterar el gasóleo con aceites para no pagar el impuesto especial sobre hidrocarburos ni el de minoristas.
Compraban bases lubricantes regeneradas a una empresa con sede en Fuenlabrada, Tracemar, y se mezclaban en Almería en una proporción del 75 por ciento de gasoil y 25 por ciento de aceite.
En el registro de las instalaciones se encontraron miles de litros de combustible adulterado y se estima que las ventas fraudulentas a través de la sociedad Gasóleos Las Palmeras SL superaron los 14 millones de litros durante esos cuatro años con clientes entre los transportistas y gasolineras de Almería, Murcia, Alicante, Valencia, Cuenca y Madrid.
Con los importantes beneficios y a través de sociedades ficticias adquirieron una pluralidad de bienes inmuebles, que figuran en su mayoría a nombre de terceras personas, como fincas en Huércal-Overa, Murcia, Mojácar, San Javier, Zurgena y Cuevas.
Después de una década en paradero desconocido, el detenido compareció en noviembre de 2020 para ser enjuiciado en la Audiencia Provincial de Almería por su enésimo fraude millonario y acusado de delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y blanqueo de capitales.